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Los empresarios e industriales preparan estrategias para hacerle frente a esta situación
La economía peruana enfrenta sacudidas por el alza del dólar
La calma terminó. El pasado 8 de abril la cotización del dólar cerró en 3,105 soles, el valor más elevado que la moneda extranjera ha alcanzado en los últimos 6 años en Perú.
Los reajustes que experimenta la economía de Estados Unidos han tenido como efecto inmediato el fortalecimiento de su moneda en los sistemas financieros de todo el mundo, activando, como en el caso del vecino país, una preocupación que apunta al comportamiento del sistema económico local.
El economista Alejandro Indacochea mira este fortalecimiento como un llamado a la seguridad para las inversiones privadas en Norteamérica. Los capitales retornarán en la medida en que la economía se muestre sólida. Pero los efectos que este panorama tiene para Perú no son del todo auspiciosos. “La expectativa es un dólar que va a ir en aumento en los próximos meses”, advierte.
Un reciente sondeo de Reuters proyecta el valor del dólar, tras los próximos doce meses, en 3,25 soles, índice que sirve para que economistas locales especulen colocándolo sobre la barrera de los 3,4.
Hasta marzo de este año la moneda extranjera había aumentado su valor en 0,77% en el sistema financiero peruano, porcentaje preocupante si se toma en cuenta que al cierre de 2014 el dólar apenas ganó un 6,93% frente al 10% del 2013.
La respuesta del Banco Central de Perú, ente encargado de manejar estos cambios, ha sido de cautela. Nada puede hacer frente a la tendencia al alza que experimenta el dólar, así que se ha concentrado en intervenir de forma oportuna controlando la volatilidad con que se comporta en el mercado nacional.
Las primeras factura sin embargo no se han hecho esperar. Extracciones en curso de mineral y petróleo, difundidas en gran parte del territorio y cuyas deudas figuran en dólares figuran entre las primeras afectadas. Se calcula que a finales de este mes los electrodomésticos, en promedio, sumen un 10% adicional a sus precios anteriores.
Casos similares viven economías de países de la región. El real brasileño y el peso mexicano se cuentan entre ellas. En Colombia la deuda externa del sector privado supera los $ 40.000 millones, por lo que los empresarios e industriales preparan estrategias para hacerle frente a esta situación.
En 2009, por última vez el dólar superó la barrera de los 3,11 soles, un hito en su comportamiento local. De ahí en adelante la regularidad marcaría el ritmo de su dinámica. En el imaginario colectivo la instalación de una “barrera sicológica”, que asumía un dólar controlado, alentó al endeudamiento y sobreendeudamiento, sin tomar en cuenta que las condiciones del juego podían cambiar.
Esa barrera no está más, y los efectos que su ausencia genera se expanden a todo nivel.
Los bancos han tenido que llamar a la calma a sus usuarios quienes, informados de la situación actual de la divisa extranjera, no han dudado en retirar fuertes sumas de dinero y cambiarlo por dólares, buscando hacerse de un capital antes de que venga lo que suponen “lo peor”.
Los sectores de vivienda y automotor, pioneros en financiar compras en dólares, son también los primeros en poner en marcha una serie de acciones para alentar que, en adelante, los créditos se soliciten en soles. Así se ha registrado un incremento del 22% en créditos en moneda nacional, otro indicador de una preocupación latente.
El Banco Central de la Reserva y la Superintendencia de Seguros han anunciado la necesidad de transformar en soles aquellas deudas adquiridas en dólares. No se sabe hasta dónde llegue esta escalada alcista pero de acuerdo a estas recomendaciones una estabilización o una rebaja en el precio de la moneda extranjera no gozan de credibilidad. (I)