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La inflación de mayo supera el 40% anual, siendo la más alta desde 1990

La crisis "kirchnerista" beneficia a presidencia de Mauricio Macri

La expresidenta Cristina Fernández con la cúpula del partido Frente para la Victoria.
La expresidenta Cristina Fernández con la cúpula del partido Frente para la Victoria.
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27 de junio de 2016 - 00:00 - Marcelo Izquierdo, corresponsal en Argentina

El “kirchnerismo” está pagando muy caro el obsceno caso de corrupción que protagonizó José López, exsecretario de Obras Públicas, detenido con cerca de $ 9 millones cuando trataba de esconderlos en un monasterio.

Solo 3 de cada 10 argentinos consideran que la expresidenta Cristina Fernández desconocía estos hechos, según el último sondeo de Ricardo Rouvier y Asociados. Su militancia está azorada. En los últimos días un joven activista de la localidad bonaerense de Pilar subió a las redes sociales un video en el que se lo ve descolgar de su casa un cuadro del expresidente Néstor Kirchner y lanzarlo a la basura. Y aunque puede ser un hecho aislado, el golpe puertas adentro ha sido duro.

Incluso, la imagen de sus principales dirigentes está en caída libre. El excandidato presidencial Daniel Scioli, el mejor posicionado, tiene una popularidad del 40% y un rechazo de 54,7 puntos, según la misma encuesta.

Por primera vez su imagen negativa supera a la positiva. En contrapartida aumenta la popularidad de otros dirigentes opositores, como el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, con un 60% de imagen positiva y una oposición moderada ante el gobierno de Mauricio Macri.

José López le dio un golpe de “knock out” al Frente para la Victoria y hoy nadie se anima a vaticinar cuándo la alianza que gobernó durante 12 años al país austral podrá ponerse de pie otra vez. Según el sondeo de Rouvier, el 45,5% de los entrevistados considera que Cristina Fernández de Kirchner no podía desconocer las irregularidades de López y un 17% lo ve difícil. El 29% afirma que es probable que la expresidenta no estuviera al tanto de los hechos.

El gran beneficiado de esta crisis en el “kirchnerismo” es Macri. Su gobierno atraviesa un período de calma por este cinematográfico caso de corrupción, el último que golpeó a la anterior administración tras la condena de dos exministros, el procesamiento del exvicepresidente Amado Boudou, entre otros.

El escándalo cubrió el aumento del 77% en la tarifa del metro (4,50 a 7,50 pesos, de 32 a 53 centavos de dólar) a partir de julio, la inflación galopante y la promesa que todos saben que caerá en saco roto de un segundo semestre de reactivación económica.

El obsceno caso de López, un hombre de confianza de Cristina Fernández de Kirchner y del fallecido Néstor Kirchner, resultó un bálsamo para Macri, que no solo ganó tiempo sino además logró plasmar en el Congreso dos triunfos que hasta hace poco parecían difíciles, pero que ahora se alcanzaron ante el debilitamiento del “kirchnerismo”.

Macri logró aprobar en Diputados su proyecto de ley de jubilaciones que incluye un blanqueo de capitales y en el Senado los pliegos de sus dos candidatos para ocupar los puestos vacantes en la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. Son los mismos dos postulantes que el mandatario intentó aprobar por decreto al poco tiempo de iniciar su mandato, en un hecho inédito en la democracia argentina. Ahora, logró aprobar ambos pliegos por mayoría abrumadora. Solo votó en contra el ala más combativa del “kirchnerista” Frente para la Victoria. Para el analista Rosendo Fraga, titular del centro de estudios para una Nueva Mayoría, “el fuerte impacto generado” por el caso López “debilitó el kirchnerismo en el Congreso y facilitó” el avance del “macrismo”.

El arresto de López se sumó al de Ibar Pérez Corradi, acusado de ser el autor intelectual de un triple asesinato en 2008 vinculado al tráfico de efedrina para producir anfetaminas y en el que se involucró en la última campaña electoral a Aníbal Fernández, excandidato a gobernador bonaerense y último jefe de gabinete “kirchnerista”. Ambas detenciones “dejaron en segundo plano la situación económica justo cuando el gobierno se veía obligado a asumir que la reactivación anunciada para el segundo semestre se posterga y se demorará varios meses más”, expresó Fraga. “Además -prosiguió el analista- la inflación de mayo que se conoció la semana pasada supera el 40% anual, siendo la más alta desde 1990”, cuando el país estaba sumergido en una hiperinflación.

Agregó que “los indicadores de consumo, tanto de mayo como los que se proyectan para el segundo semestre, son peores que los del primer trimestre y ello también ha quedado en segundo plano por el impacto de las dos detenciones”.

Macri respira aliviado ante la inesperada crisis “kirchnerista” y recibe la ayuda del aparato mediático tradicional para cargar las tintas contra exfuncionarios “kirchneristas” acusados o señalados por corrupción.

El exministro de Defensa y actual diputado del Parlasur, Agustín Rossi, lo resumió en una frase: “se ha desatado una cacería sobre los dirigentes del kirchnerismo, lo único que falta es que como los nazis nos pinten las puertas de nuestras casas”. Pero “si hay algo que preocupa al kirchnerismo de todo lo que ha sucedido con López -concluyó Rossi- es cómo ha afectado a la militancia”. (I)

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