Según las primeras estimaciones, la derecha ganó entre 64 y 70 de los 101 departamentos en los comicios departamentales del domingo en Francia. Mientras, la izquierda obtuvo entre 27 y 37, tras haber administrado 61 de las entidades territoriales.

El expresidente Nicolas Sarkozy, líder de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, derecha), consideró que esto significa una “desautorización” del gobierno de François Hollande (foto), del Partido Socialista. “La alternancia está en marcha y nada la detendrá”, afirmó.

También, según las proyecciones de los institutos de sondeo, hubo una abstención de entre 49,8% y 51%. Alrededor de 40 millones de electores fueron convocados para participar en esta elección, que se desarrolló en casi toda Francia, a excepción de París (capital) y Lyon, ciudades en las que las atribuciones de los departamentos son ejercidas por otras instancias.

Según el Diario El País, el triunfo del centroderecha se ha visto amplificado porque la izquierda, dividida en diferentes candidaturas, pidió a sus simpatizantes que apoyen a los conservadores en las circunscripciones donde estos han mantenido duelos con el Frente Nacional (FN) (en 532 de las 2.054 circunscripciones) para frenar el avance de la ultraderecha. Sarkozy, por contra, solicitó a los suyos la abstención en duelos entre la izquierda y la ultraderecha (284 circunscripciones), una actitud que el primer ministro, Manuel Valls, calificó de “falta moral y política”.

Pese al éxito en votos, el FN fracasa en su intento de acceder al poder ya que no tiene mayoría. El tripartidismo se ha instalado en Francia. Estos comicios para elegir autoridades departamentales generaron interés en la nación debido a que son consideradas como la primera prueba electoral de cara a los comicios presidenciales de 2017.

Socialistas mantendrán políticas

Sarkozy refuerza esperanzas de volver a gobernar

El equipo del presidente François Hollande afirmó que fuera cual fuese el resultado de los comicios, Manuel Valls seguiría siendo el jefe de gobierno y que “el rumbo será mantenido”.

El éxito del domingo refuerza las esperanzas de Nicolas Sarkozy de tener en 2017 la revancha frente a Hollande, que lo derrotó en 2012.

Pero para ello tendrá que vencer en las primarias del partido al ex primer ministro Alain Juppé.