Keiko enfrenta otra marcha de rechazo
La segunda marcha de rechazo a la candidatura de Keiko Fujimori tuvo como lema: “Keiko no va”. Representados en esas nueve letras, miles de limeños marcharon la tarde de ayer por las calles céntricas de la ciudad para mostrar su inconformidad con el posible retorno del fujimorismo.
Keiko, cuyo padre -condenado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad- fue el responsable de uno de los gobiernos más corruptos de la historia de este país, está primera en las encuestas de intención de voto, 5 puntos porcentuales por encima de su rival Pedro Pablo Kuczynski (PPK).
Antes de la primera vuelta, en abril pasado, y con el fujimorismo encabezando las preferencias electorales, 100.000 personas tomaron la Plaza San Martín, evidenciando el amplio rechazo que enfrenta esta tienda política. Aún así, en la capital su triunfo fue aplastante: cerca de 15 congresistas fueron electos en este recinto y la candidata amplió su margen de respaldo en comparación con 2011.
“Las marchas han tenido un peso simbólico más que una incidencia real en la política del país. En estas jornadas de rechazo al fujimorismo las marchas parecen anticipar el clima político de los posibles 5 años de gobierno de Keiko: movimientos sociales vigilantes, jóvenes atentos al manejo de las instituciones. Sería tremendo si esto es reprimido desde el poder. Lo único que se obtendría entonces es un enfrentamiento social agudo”, menciona John Medina, analista político.
El entorno de Keiko Fujimori está compuesto por decenas de personas asociadas al narcotráfico, el lavado de activos y la manipulación de información para ocultar pruebas de delitos, han denunciado analistas. Los mismos síntomas fueron latentes en los 10 años del gobierno de su padre. Entonces, la figura de Vladimiro Montesinos, el principal de sus asesores, apareció como la condensación de la podredumbre.
A 16 años de culminado ese episodio, Keiko Fujimori no ha logrado limpiar el rostro de su partido. A creado una imagen de mujer firme, para luchar contra la delincuencia, el principal de los problemas que aquejan a los peruanos.
“El fujimorismo se ha caracterizado por irrespetar las leyes en nombre de lograr bienestar colectivo. Cuando Keiko promete “mano dura” se olvida decir cómo lo logrará: estirando las leyes casi hasta sus márgenes ilegales, lo que resulta preocupante en un estado de derecho”, menciona Medina.
A la marcha, convocada por cientos de colectivos sociales, asistieron varios políticos de diversas tendencias. Izquierda, centro y derecha tuvieron sus representantes. Verónika Mendoza, una de las figuras principales de la oposición a Fujimori, mencionó, horas antes de la movilización, su deseo de apoyar a PPK no por convicción con su plan de gobierno, sino por ser la única forma de cerrarle el paso al fujimorismo. (I)
