Las autoridades migratorias estadounidenses lanzaron el domingo una redada nacional con el objetivo de arrestar a 2.000 inmigrantes sin documentos. La orden judicial de deportación comenzó incluso en los "Estados Santuarios": Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Angeles, Miami, New York y San Francisco. Nueva Orleans quedó a último momento fuera de la lista por la tormenta tropical.

Ante la redada, desde el sábado 13 de julio las iglesias protestantes y católicas de las ciudades afectadas abrieron las puertas para los sin papeles que quisieran pasar el día en incluso la noche allí. A ellos, los acompañaron políticos como la diputada demócrata Sheila Jackson Lee, quien advirtió al gobierno de Donald Trump que "no puede entrar en una iglesia". Las autoridades de Nueva York, también advirtieron que protegerán a todos los ciudadanos y habilitó una línea telefónica gratuita con ayuda legal.

Las "ciudades santuarios" en Estados Unidos son las que que ponen en práctica políticas para limitar su colaboración con las autoridades federales de inmigración del gobierno de turno. La mayoría de trabajan de la mano con ONGs y centros religiosos que brindan protección a los indocumentados. La forma de implementar el bloqueo puede variar, pero las políticas pueden establecerse en la legislación o pueden simplemente ser prácticas de la policía local.

Los santuarios más populares son: Miami, Los Ángeles, Seattle, San Diego, Austin, Boston, Houston, Chicago, San Francisco y Denver.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los EE.UU., encargado de las redadas, se niega a revelar sus planes y a informar de un número concreto de detenidos. (I)