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Gobierno de Chipre busca alternativas para evitar la quiebra
Chipre vivió ayer una nueva jornada en compás de espera, en la que no se solucionó el vacío surgido a raíz del rechazo parlamentario a la tasa sobre los depósitos privados y cuya única decisión consistió en anunciar que los bancos permanecerán cerrados hasta el próximo martes.
“Vivimos horas difíciles, pero los líderes políticos haremos nuestro deber. No tenemos semanas, tampoco días a nuestra disposición. Tenemos solo unas horas para salvar el país”, fue el dramático mensaje con el que resumió el momento el presidente en funciones del partido gobernante Disy, Averof Neofitu.
Neofitu hizo estas declaraciones al concluir una reunión del presidente chipriota, Nikos Anastasiadis, con el Consejo de Ministros, tras una jornada frenética de citas con los partidos, con el Banco Central, con la troika, entre todos.
El día había empezado con una entrevista entre Anastasiadis y el arzobispo de Chipre, Chrisóstomos II, quien al término de la reunión señaló a la cadena pública de televisión RIK que la propiedad de la iglesia de Chipre está a disposición del Estado.
“Podemos hipotecar toda esta propiedad y del dinero que saquemos comprar bonos del Estado para salvar el sistema bancario del país”, afirmó Chrisóstomos.
A la pregunta de si la Iglesia tiene un techo de contribución, el arzobispo contestó: “Como todos saben, la propiedad de la Iglesia es inmensa”. Posteriormente, Anastasiadis y los líderes de los partidos aprobaron la creación de una comisión técnica para elaborar un plan “B” encaminado a buscar otras vías para cubrir la aportación de 5.800 millones de euros exigida por el Eurogrupo a cambio del rescate de la troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) de 10.000 millones de euros (unos 13.000 millones de dólares).
Según informaciones de la cadena RIK, la idea que se planteaba era reducir, incluso eliminar la tasa a los depósitos y reunir el monto necesario a través de fuentes alternativas, como los fondos de la Iglesia o de la Seguridad Social.
Mientras que, en Moscú, el ministro chipriota de Finanzas, Mijalis Sarris, intentaba convencer al Gobierno ruso de que se implique en el rescate a la economía del país, algo que por el momento no parece haber dado frutos.
“No hay noticias de Moscú. No debemos tener esperanzas injustificadas”, dijo lacónicamente Neofitu preguntado sobre si el viaje de Sarris había arrojado algún resultado.
La única decisión palpable fue que Sarris decidió prolongar su estancia en la capital rusa. El resto fue especulaciones, entre las que figuró una posible compra por parte de Rusia del Laiki Bank, el segundo banco de la isla, intervenido un 84% por el Estado chipriota.
La información se mantuvo durante algunas horas en los medios locales, pero fue desmentida por el Gobierno, la propia entidad financiera y el Banco Central chipriota.