La fiscal general de Guatemala, Claudia Paz y Paz, defendió este miércoles la decisión de apelar la absolución del expresidente Alfonso Portillo por malversación de fondos públicos y defendió que una sentencia condenatoria evitaría que la corrupción creciera en el país centroamericano.

"La absolución significa mandar un mensaje a todos los políticos de mi país de que pueden saquear cuando quieran las arcas públicas", explicó Paz y Paz en declaraciones a Efe en Naciones Unidas, donde hoy acudió a hablar de la situación que atraviesa Guatemala en la lucha contra la violencia e impunidad.

A principios de mayo, el expresidente guatemalteco (2000-2004) fue absuelto del cargo de malversación de fondos públicos por valor de 15 millones de dólares por el que había sido acusado por la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), una decisión que fue inmediatamente apelada.

"Pensamos honestamente que es la peor sentencia que hemos visto en años. No está apegada a Derecho, cuenta con razonamientos sin lógica y hay fallos de forma y fondo. Hacemos uso de los recursos legales y por eso apelamos. Que a Portillo no le guste es natural, ya que es la otra parte del caso", aseguró Paz y Paz.

La fiscal se mostró "convencida de que la sentencia tiene que ser condenatoria, porque las pruebas son abundantes y sólidas", y destacó la importancia de que Portillo acabe pagando "por sus actos", porque servirá para evitar que la corrupción arrecie en Guatemala.

La decisión de presentar un recurso a la sentencia fue calificada de "irracional" el martes por el exmandatario, quien arremetió contra la Fiscalía y aseguró que la apelación se debe al "enojo" de la Fiscalía por haber perdido el caso.

"Él desfalcó al Estado y se enfrenta a un proceso. No es una persecución política. Si yo me apropio de fondos públicos, lo mínimo en un Estado de derecho es que se me persiga, no por lo que piensa, sino por lo que hizo", señaló al respecto la fiscal general a Efe.

"Lo único que puedo decirle es que se atenga a las consecuencias legales de su acción", añadió Paz y Paz, quien lamentó que la sentencia a Portillo y a sus exministros de Defensa y Finanzas, Eduardo Arévalo y Manuel Mazaaa, respectivamente, fuera absolutoria.

Portillo permanece en prisión debido a que sigue en firme la autorización de otro tribunal local de extraditarlo a Nueva York, donde es reclamado por delitos de lavado de dinero por una cantidad de 70 millones de dólares.

La fiscal general de Guatemala visitó hoy Naciones Unidas junto al director de la Cicig, el costarricense Francisco DallAnese, para participar en una reunión con los países donantes de la comisión, en la que Paz y Paz relató la "especial situación" que vive el país en su lucha contra la violencia y la impunidad.

Para Paz y Paz, la presencia en Guatemala de la Cicig fue "una revolución" para su sistema de Justicia que le ha permitido avanzar "en casos emblemáticos" y también en los procesos que han permitido "cambiar las cabezas de las instituciones, lo que es importante si se quiere reformar el sistema de justicia".

"Ahora estamos en un momento de inflexión: Se ha avanzado muchísimo, pero los desafíos son muy grandes", indicó la fiscal general, quien negó rotundamente que Guatemala esté a punto de convertirse en un "narco-Estado", aunque "no se puede negar el enorme poder de violencia y corrupción de las organizaciones de narcotraficantes".

"Como fiscal general no podría decir jamás que ninguno de mis fiscales tiene vínculos (con esas organizaciones), porque tienen mucho poder y capacidad de amedrentar en lugares donde la presencia del Estado es muy débil", indicó.

Paz y Paz lamentó que "las víctimas de la nueva situación de violencia sean una vez más los más pobres", pero realizó "un llamado a que la población confíe en las autoridades" para favorecer la lucha contra la violencia y la impunidad.

La fiscal general aplaudió la labor conjunta que realizan las instituciones de su país con la Cicig en ese sentido y explicó que, en la reunión de este miércoles en la ONU, recibieron una vez más el apoyo de la comunidad internacional en el objetivo común de hacer frente a los nuevos desafíos a los que se enfrenta Guatemala.