Cuatro palestinos fallecieron, entre ellos un bebé, y 250 resultaron heridos por disparos de las tropas israelíes contra las protestas de ayer en la frontera de Gaza. Miles de personas reclamaban el “derecho de retorno” de los refugiados.

Según las fuentes oficiales palestinas, entre los heridos se encuentra un fotoperiodista de la agencia EPA que cubría las marchas y fue herido de levedad.

En Malaka, región central de Gaza donde se encuentra uno de los cinco campamentos de protesta levantados en la Franja, era visible la amplia presencia de personal médico y ambulancias como parte del dispositivo que desplegaron los servicios de emergencia.

Se adecuaron hospitales de campaña en Deir al Bala, Jan Yunis, en la ciudad de Gaza, Yabalia y Rafah, informó un portavoz de la Media Luna Roja.

Mientras que, el Ministerio de Salud informó que 4.000 unidades de sangre están preparadas para transfusiones.

En Cisjordania también se registraron enfrentamientos. Los palestinos respondieron con material antidisturbios los lanzamientos de piedras y cocteles molotov.

La protesta palestina, iniciada el 30 de marzo y que lleva seis semanas de manifestaciones frente a la valla de seguridad, fue convocada por la sociedad civil para exigir el “derecho de retorno” de los 700.000 refugiados palestinos.

Sin embargo, esta jornada fue la más sangrienta desde la guerra en 2014 entre Israel y Hamás, ya que hubo 19 muertos.

El Ejército israelí acusó de que algunos manifestantes intentan llevar a cabo “actos terroristas”. Asimismo reiteró que “actuará contra todos estos ataques”. (I)