Publicidad
Punto de vista
Estados Unidos y su acercamiento a África
Después de regresar de su gira internacional, Obama efectuó declaraciones que parecían invitar a sus compatriotas a entender la importancia de establecer una mayor presencia de su país en África para contrarrestar así la expansión china.
Se podría pensar que tal exhorto es una reacción tardía al menoscabo a la hegemonía estadounidense, pues China ya es el principal socio comercial de los países africanos. ¿Para qué abrir espacio para exportaciones que no podrán competir con los costos asiáticos? A su vez parecería no tener sentido disputar un territorio que no será un patio trasero ‘natural’. ¿Qué pasa? Una respuesta radica en los intereses a largo plazo de Estados Unidos.
Hace años las empresas estadounidenses se adaptan al ascenso de la nueva potencia global. Por ello, el acceso a África podría no representar mayor problema para los capitales estadounidenses en tanto puedan participar en emprendimientos conjuntos con los chinos. Las fichas ya están jugadas… y el sector privado busca nichos para coexistir.
En cambio, ‘el Estado’ estadounidense sí tiene todavía mucho por perder y por definir. Entre otros factores está la necesidad de asegurar la permanencia de bases militares que amplían los niveles de maniobra estratégica en otros continentes y, también, el acceso a ‘metales raros’ que sustentan la expansión de las industrias de alta tecnología. Pero eso no es todo.
La geopolítica contemporánea no está definida por el control directo de territorios, insumos o consumidores. De hecho, si se juzgase, según este último criterio, África no será bocado apetitoso para el libre comercio estadounidense dado que centenares de millones de personas seguirán sin ingresos suficientes para comprar aunque sea bagatelas.
Ahora los intereses monetarios y financieros mandan. Por ello, en cualquier rincón del planeta, el incremento del comercio con China amplía dinámicamente las condiciones para usar y preferir al ‘renminbi’ como moneda para comprar, ahorrar, invertir o especular. Lentamente, este proceso afecta la supremacía del dólar, una moneda que le proporciona a Estados Unidos cuantiosas rentas extraordinarias por el mero hecho de circular con credibilidad fuera de sus fronteras. Estas consideraciones macroeconómicas no siempre son apreciadas por el empresario promedio. De ahí la necesidad de la tácita exhortación. (O)