“El ciudadano que comió carne de primera no aceptará pacíficamente comer carne de segunda”. Es una de las frases que un puñado de corresponsales extranjeros en Brasil, entre ellos el de EL TELÉGRAFO, escuchan de Luiz Inácio Lula da Silva durante un conversatorio. “Es un juicio político sin base legal, por las cuentas fiscales de 2015 que ni siquiera fueron presentadas. Espero que los legisladores no cometan el error histórico de sacar a una presidenta inocente”, sostuvo Lula sobre el proceso iniciado contra Dilma Rousseff.

“El mar de rosas que era el primer gobierno de Dilma terminó no porque perdimos las elecciones sino porque ganamos las elecciones” en 2014, afirmó el presidente. “Dejen que ella trabaje por el amor de Dios”, pidió.

Lula reconoció “cierta tristeza” por la salida del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) del vicepresidente Michel Temer del gobierno. Aunque se mostró confiado en conformar otra base legislativa  en contra de la destitución de Rousseff. “El juicio político sin base legal es un golpe. No es posible un golpe como el de 2002 contra Hugo

Chávez, no se puede permitir lo que se hizo a Fernando Lugo en Paraguay. Deben permitir que Dilma gobierne este país. No se debe intentar cortar por la mitad a la democracia porque no existe democracia a medias”.     

Lula defendió que sean preservadas como generadoras de empleo las empresas cuyos ejecutivos están presos por pagar sobornos por contratos en Petrobras, aunque opinó que los culpables deben ser condenados y los impuestos cobrados.

Sobre la investigación del juez Sergio Moro, rechazó haber aceptado ser jefe de ministros para ganar fueros. “Quiero ser convocado para trabajar, para llevar confianza al empresariado, no quiero ser un Rasputín, no quiero mandar, quiero obedecer y compartir”.

Lula acusó al juez Moro de trabajar en la investigación sobre los sobornos en Petrobras para destruir la imagen del expresidente. “Me siento ofendido porque un juez debería tener mucha responsabilidad y no confundir aseveraciones personales con cosas públicas, divulgar las cosas como si fueran parte de un circo. Fue deprimente, pobre y de mala fe. Empobrece a Brasil y no contribuye a la democracia”.  

Criticó a Moro por haber recibido premios del grupo Globo y de la revista Veja. ”Un juez debe ser respetado, no puede ser de un lado o de otro, el exceso puede llevarlo a cometer errores y lo único que quiero es que Dios ponga la mano sobre su cabeza y lo ayude a tener juicio. Yo quiero tener el mismo tratamiento que todo el mundo”.

Y siguió: “No todo el mundo soporta el éxito de la cámara de televisión, los 15 minutos de fama en los que mucha gente se pierde. No es la tapa de un diario la que debe condenar a alguien. Estamos viendo una exageración de personas execradas antes de ser juzgadas. La investigación es importante para  la sociedad, pero no debemos hacer un Gran Hermano”. Y volvió a abonar la teoría de que la Operación Lava Jato es responsable por la parálisis de la economía. (I)