La plaza Tahrir de El Cairo fue ayer escenario de una manifestación masiva contra las  decisiones de la Junta Militar que ha tomado el control del poder legislativo y ha limitado las atribuciones del futuro nuevo presidente tras las enmiendas introducidas en  la Constitución interina.

Las manifestaciones fueron convocadas por organizaciones juveniles de militantes prodemocráticos y por la cofradía islámica de los Hermanos Musulmanes, primera fuerza política de Egipto y rivales históricos de los militares que dominan el sistema desde la caída de la monarquía en 1952.

“Todas las fuerzas revolucionarias tenemos que dejar claro a la Junta Militar que no vamos a permitir que tomen el poder, que rechazamos la disolución del Parlamento”, dijo Ahmed Rabia, portavoz de la Hermandad.

Cientos de cairotas se mantuvieron concentrados ayer en la emblemática plaza Tahrir, mientras el Parlamento amaneció  tomado por las fuerzas de seguridad.

En tanto, los dos protagonistas de la elección del domingo, el candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi, y el ex primer ministro del presidente derrocado, Hosni Mubarak, Ahmed Shafiq, aseguran, cada uno por su lado, haber ganado los comicios, cuyos resultados oficiales se conocerán mañana.