En Brasil preocupa el posible reclutamiento de jóvenes para el EI
Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 preocupan al gobierno brasileño, no solo por las protestas que pueden aumentar a medida que se acerque el evento, sino que el terrorismo podría ocasionar estragos en el país, debido a que sectores de inteligencia alertaron el posible reclutamiento de jóvenes para el Estado Islámico (EI).
Grupos de trabajo de inteligencia informaron, según el diario O del estado de Sao Paulo, que la organización yihadista podría entrenar a jóvenes para que actúen como “lobos solitarios” en actos terroristas, así lo demostraría un documento llamado Estado Islámico: Reflexiones para Brasil.
Por su parte, el Ministerio de la Casa Civil (Presidencia) emitió un comunicado en el que afirma que “la prevención al terrorismo” fue tratada en una reunión del grupo de trabajo de seguridad pública; sin embargo, el reclutamiento de jóvenes no fue abordado en dicha reunión, aunque no desmintió la preocupación del gobierno brasileño.
Cabe mencionar que a inicios de año, el directo de Contraterrorismo de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), Luiz Alberto Sallaberry, afirmó que el país elevó la alerta de cara a los Juegos tras el atentado contra el semanario francés Charlie Hebdo, ocurrido el 7 de enero.
La idea es que el EI estaría intentando aumentar su red de captación a América del Sur, en un contexto de crisis social en el que abundan las manifestaciones y las huelgas de sectores cada vez más radicalizados y que podrían ser instrumentalizados por el yihadismo internacional.
Además, el informe señala el alto número de refugiados sirios que acuden desde 2013 a Brasil —actualmente hay 1.700— y la ausencia de un marco jurídico para el combate al terrorismo en el país, incluyendo la División Antiterrorista de la Policía Federal la cual tendría limitaciones para realizar interceptaciones en las redes sociales, por lo que es previsible que Brasil actualice sus marcos de control cibernético.
El Servicio de Inteligencia estima que 10 brasileños convertidos al islam se habrían comunicado con miembros del EI en Siria para facilitarles cobijo en territorio brasileño.
