Elecciones en Venezuela

Venezuela se prepara para una nueva jornada democrática: las elecciones parlamentarias del domingo 6 de diciembre. En los últimos 15 años el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) ha llevado a cabo 67 procesos electorales, incluyendo las elecciones de gremios profesionales, sindicatos y elecciones internas de partidos políticos. De esta vasta experiencia 19 elecciones han tenido carácter nacional.

El expresidente de EE. UU. y presidente del Centro Carter, Jimmy Carter, ha certificado que, tras evaluar más de 90 procesos electorales en distintos continentes, el actual sistema electoral venezolano es sin duda el más confiable del mundo.

¿Qué lo hace el mejor sistema electivo? Sencillo: la combinación del voto digital (o automatizado) y la garantía del comprobante de voto físico (en papel) depositado en urnas electorales; además una cadena de auditorías con presencia de los partidos políticos a lo largo de todo el proceso. La auditoría de cierre coteja los resultados digitales y físicos de hasta el 54 % de las mesas electorales, seleccionadas por sorteo efectuado por los miembros de las mesas. Cada miembro de mesa y cada testigo de partido salen de su centro electoral con un registro pormenorizado que totaliza los votos de su mesa. Esto sin duda otorga una transparencia impecable y una garantía antifraude completa al proceso.

Pero debe agregarse que, de la década de los noventa hasta la fecha, el número de centros electorales creció en más de 265 %. Y que la brecha de exclusión de los venezolanos con edad para votar fue reducida del 21 % al 3 %. Ya no hay “muertos” inscritos en el registro, ni votantes repetidos, ni el oprobioso “acta mata voto”. El porcentaje de concurrencia a las diferentes elecciones en Venezuela oscila entre el 60 % y el 90 %, aunque sufragar no es obligatorio.

Pese a que la autodenominada “oposición” en Venezuela ha rechazado tercamente firmar un pacto para reconocer los resultados de los comicios, hacemos votos porque se impongan la sensatez, la democracia y la paz. Bien decía Rigoberta Menchú: “La democracia no es una meta que se pueda alcanzar para dedicarse después a otros objetivos; es una condición que solo puede mantenerse si todos la defendemos”. No por cotidiano el sistema electoral venezolano deja de ser una conquista democrática menos extraordinaria. (O)