El rey Alberto II de Bélgica anunció ayer su abdicación el próximo 21 de julio, en favor de su hijo primogénito, el príncipe Felipe, tras casi 20 años de reinado y golpeado por escándalos. “Mi edad y mi salud no me permiten ejercer mi función como quisiera”, explicó el rey, de 79 años.

Esta es la segunda renuncia de un monarca europeo este año, tras la de Beatriz de Holanda, en favor de su hijo Guillermo Alejandro, casado con la argentina Máxima, quien se convirtió en reina consorte.

El príncipe Felipe, duque de Brabante, de 53 años, heredero del trono y casado con la princesa Matilde, “está bien preparado para sucederme”, indicó el rey que ascendió al trono en 1993 debido a la muerte de su hermano mayor, el rey Balduino, quien no tenía hijos.

La familia real belga ha sido protagonista de varios escándalos. La reina Fabiola ha sido criticada por usar una fundación para eludir tributar por la herencia de su esposo, el difunto rey Balduino, y sobre todo la supuesta hija de Alberto II de una relación extramatrimonial con una aristócrata belga. (AFP)