El gobierno del presidente electo de Perú, Ollanta Humala, quien la próxima semana visitará Ecuador y otros países del ALBA (Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América), tiene como interés principal el fortalecimiento de la comunidad andina y la integración de América del Sur con el proyecto de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas).

Alberto Adrianzen, coordinador de la Comisión de Transición de Relaciones Exteriores del presidente electo, manifiesta que el nuevo gobierno no va a participar de bloques ideológicos internacionales. El principal interés será la  integración de América del Sur.

“Creo que nos estamos poniendo a tono con el proceso de cambio que vive América Latina. Este es un cambio progresista por la variedad que existe hoy día, que algunos llaman izquierda... no me cabe la menor duda de que estamos frente a un viraje en Latinoamérica muy importante, y a ese viraje se suma Perú”, agrega.

Para el catedrático Mario Palomino, al gobierno de Humala se le puede encuadrar dentro de una tendencia de centroizquierda, con un acercamiento más al modelo del ex presidente Lula da Silva que al del mandatario Hugo Chávez. “La prueba más contundente de este acercamiento es la presencia del brasileño Favre, ex asesor de Lula, quien ha intervenido en establecer las líneas maestras del plan económico”, precisa.

El politólogo Nelson Manrique considera que el nuevo presidente encaja en el viraje de izquierda de la región, pues desde un comienzo ha expresado que hay que formar un bloque latinoamericano que permita negociar en mejores condiciones la inserción regional en el mundo, y eso supone apartarse de la política del presidente  Alan García y Estados Unidos, aunque siempre manteniendo las relaciones cordiales.