El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Burkina Faso, el general Honoré Traoré, asumió las “responsabilidades de jefe de Estado”, tras la salida del presidente Blaise Compaoré.

Tras varios días de protestas, el político de 63 años que llevaba casi 3 décadas en el poder abandonó ayer mismo el cargo. La salida de Compaoré es el resultado de la presión popular para impedir una reforma constitucional que le permitía mantener su mandato durante 15 años más, tras estar 27 en el poder, gracias a un golpe de Estado.

Decenas de miles de personas se manifestaron ayer para pedir la dimisión inmediata del presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, quien se había resistido a dejar el poder y ofrecía en cambio liderar una transición.

La oposición política exigió la marcha “sin condiciones” del Presidente, quien la noche del jueves anunció que se mantendría en el poder hasta el final de un período de transición que concluiría con la celebración de elecciones, sin fecha a la vista.

La oposición aclaró que “cualquier transición política debe estar concebida, organizada e integrada por todas las fuerzas que componen la sociedad civil, en la que se incluye el Ejército”.

Francia, que al igual que Estados Unidos usa Burkina Faso como una base para operaciones militares contra los islamistas en la región del Sahel, aplaudió la transición en su excolonia. “Apoyamos la Constitución y llamamos a unas rápidas y democráticas elecciones”, manifestó François Hollande.