El humor descontractura la política en Argentina

“Mauricio Macri se ha unido al grupo”. El mensaje llega de manera imprevista a cualquier grupo de amigos que comparte una cuenta de Whatsapp. La sorpresa dura unos segundos. Y enseguida un nuevo mensaje despeja cualquier duda.

Mauricio Macri ha privatizado el grupo. Y poco después: Mauricio Macri ha vendido el grupo.

Los argentinos han empezado a tomar con humor la difícil decisión que tomarán en el balotaje del 22 de noviembre próximo cuando deberán optar entre el candidato del oficialista Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli, y su rival de la alianza derechista Cambiemos, Mauricio Macri.

La política domina hoy absolutamente en el país austral. Más allá de ciertos mensajes ofensivos o descalificadores que provocan algunas peleas o debates subidos de tono, el humor ha ganado en las redes sociales una importante batalla cultural para acercar a amigos que no comparten una misma ideología o una misma idea sobre cómo debe ser el futuro del país.

“Está todo tan politizado que hace un rato estornudé en la peatonal y una señora dijo “salud”, un tipo gordo  gritó “educación”, otra vieja gritó “trabajo digno” y después todos cantamos el himno y lloramos”, dijo un mensaje que se viralizó en las redes sociales.

Otros apelan a la ironía para asentar el lado de la trinchera política en que se ubican como la fotografía de un automóvil cuya placa es FIN 678. Las “chapas” de los vehículos argentinos tienen tres letras y tres números y en ese caso la numerología alude al programa de TV ultraoficialista “678” que transmite a diario la televisión pública. La placa no es falsa, existe y la foto recorre internet.

Hasta el humor fino sirve también para unir a los argentinos.  El hecho de que a un candidato presidencial le falte el brazo derecho (Scioli, a raíz de un accidente con su lancha en una competencia de motonáutica) y una postulante a la vicepresidencia (Gabriela Michetti, de Cambiemos) se traslade en una silla de ruedas tras un accidente de tránsito, es una imagen muy positiva para la sociedad, pero también es “pasto para las fieras” de la web.

Los chistes sobre este tópico no tardaron en llegar. El más característico es aquel que relata un encuentro entre Macri y el compañero de fórmula de Scioli, Carlos Zannini. Ambos coinciden en que las elecciones del 25 de octubre fueron tan reñidas que lo mejor será definir un ganador por penaltis.

Ok, pero que ataje Scioli -pide rápidamente Macri.

Hecho, pero patea Michetti -responde Zannini.

Otro chiste, enviado por seguidores de Cambiemos, toma al candidato kirchnerista como blanco del humor negro con una leyenda que anuncia la futura crucifixión de Scioli, acompañada de una fotografía trucada de una cruz a la que le falta la parte derecha de su travesaño (el llamado “patibulum”). Scioli suele reírse de estos chistes. Incluso en un reciente diálogo radial contó uno que aludía a la falta de uno de sus miembros superiores. “Desde que tuve el accidente el río Paraná (donde ocurrió el hecho) tiene un nuevo brazo”.

Estas bromas han servido para aflojar tensiones entre amigos que habían llegado a tal extremo de dejar de hablar de política, incluso de frecuentarse. Un hincha de Boca Juniors viralizó el mapa de Argentina dividida por las provincias donde triunfó cada candidato en la primera vuelta. Scioli (identificado con el color azul) triunfó en el norte y en el sur del país. Y Macri (cuyo color partidario es el amarillo) lo hizo en el centro.

El mapa queda convertido así en la camiseta de Boca Juniors, flamante campeón del torneo argentino. Para darle más color futbolero, ambos candidatos son hinchas de Boca y Macri fue su presidente.

“Habíamos llegado a una enorme tensión en el grupo de Whatsapp que compartimos con amigos con quienes jugamos fútbol los fines de semana. Uno incluso abandonó el grupo ofendido. Por eso decidimos tomarnos las cosas con humor. Está permitido todo, mientras no se ofenda al que piense diferente. Y nos dio resultado”, dijo a EL TELÉGRAFO Alejandro Martínez.

Agregó: “ahora no solo nos reímos de los dos candidatos. Nos reímos de nosotros mismos. Yo voy a votar a Macri, pero me acaban de enviar un chiste que me hizo reír mucho. Dice así”:

Macri va a un acto y lleva juguetes para los niños. Alguien le comenta:

- Ingeniero, usted les trae juguetes, pero los chicos desde ayer que no comen...

–¡¡¡Ah, no eh... si no comen, no hay juguetes!!!

Son solo bromas , sirven para aliviar tensiones pero no son tan inocentes. Al fin y al cabo, en un país donde la psicología es parte indescifrable del alma argentina, los chistes tienen siempre una lectura “freudiana”. Y es que el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, sostenía que el chiste es una de las formas que tiene el pensamiento para emerger del consciente de cada uno de una manera desfigurada.  Pero el fin es el mismo: dejar al descubierto la manera como las personas piensan. (I)