La popularidad de la presidenta bajó un 30%
El hijo y nuera de Bachelet declararon ante la Fiscalía
Aunque Chile está lejos de ser un país con una corrupción generalizada, sostienen diversos funcionarios de la administración de Michelle Bachelet, sí hay varios “casos” que son investigados por la justicia.
Desde comienzos de año, en el país chileno no se ha hablado de otra cosa que no sean los sendos casos de supuestas irregularidades, que afectan tanto a miembros de la oposición como a figuras de la alianza oficialista Nueva Mayoría y a la propia familia de la presidenta.
El caso que más ha dado de qué hablar y que le ha significado una sustantiva pérdida de respaldo ciudadano a la mandataria ha sido el escándalo Caval.
Sebastián Dávalos Bachelet (hijo mayor de la presidenta) y su esposa, Natalia Compagnon, son acusados de uso de “información privilegiada” y “tráfico de influencias” por un millonario negocio inmobiliario que concretó Caval, empresa de la cual la nuera de Bachelet es dueña del 50%. Este caso es investigado por la Fiscalía y en los últimos días sus 2 mayores protagonistas declararon ante el Ministerio Público.
En una entrevista transmitida por el canal público TVN la noche del domingo, Bachelet dijo que ella era una persona honesta y que nadie debería dudar de aquello.
Reconoció estar “golpeada” por el caso de supuesta corrupción de su hijo. “Ha sido duro como mujer, madre y presidenta”, indicó.
“Soy una persona honesta, soy la misma persona de siempre, nunca he aprovechado el cargo con ningún otro sentido”, agregó.
El caso Caval se suma al caso Penta, por supuesto financiamiento ilegal a políticos y congresistas de la oposición. En medio de la investigación al grupo Penta, estalló otro escándalo: el caso Soquimich, empresa minera considerada la mayor productora de fertilizantes del planeta. La compañía es controlada por el empresario Julio Ponce Lerou, exyerno de Augusto Pinochet, y ahora se investiga la implicación de Soquimich en el financiamiento irregular de candidaturas políticas. (I)
