Ecuador, 28 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El futuro de Renzi se decide en referéndum

Ciudadanos participan en la campaña de las votaciones del referéndum sobre las reformas constitucionales, en el centro de la ciudad de Roma.
Ciudadanos participan en la campaña de las votaciones del referéndum sobre las reformas constitucionales, en el centro de la ciudad de Roma.
Foto: AFP
03 de diciembre de 2016 - 00:00 - Gorka Castillo, corresponsal en España

El Partido Democrático (PD) es una torre de Babel en la política de Italia. Aglutina tantas tendencias ideológicas en su regazo que a la mínima discrepancia se tensan sus costuras como un balón a punto de explotar. Ha sucedido varias veces desde su fundación en 2007 pero con la llegada de Matteo Renzi a su secretaría general y a la dirección del gobierno italiano el aire dentro de la formación se ha vuelto irrespirable. El último espasmo se produjo el pasado mes de abril cuando representantes de todas las familias políticas que integran esta polifacética fuerza -socialdemócratas, democristianos, socialiberales, medioambientalistas moderados y hasta algún socialista pragmático- se sentaron en torno a una mesa para discutir el calado real de la reforma constitucional que Renzi someterá hoy al veredicto de los ciudadanos italianos. Testigos de aquella reunión aseguran que fue bronca como un “clásico” del Calcio y que el primer ministro, al que aún le falta purificar en las urnas el pecado original de su poco ortodoxa manera de llegar al poder, llegó a poner su cargo en cuestión si la consulta no salía adelante. “Hay un país que está poniéndose otra vez en movimiento y la reforma es la clave, no el juguete de nadie. No podemos bloquear Italia en nombre de la unidad del PD”, comentó en aquella cita crispada.

Sus palabras eran, en realidad, artillería pesada contra los políticos veteranos que le precedieron en el liderazgo del PD como Pier Luigi Bersani y el ex primer ministro, Massimo D’Alema, quienes ya ni se molestan en maquillar sus recelos con los proyectos que ha sacado adelante el joven jefe del Ejecutivo en su meteórica carrera. De hecho, Bersani y D’Alema han sido los principales estiletes que se han volcado a favor del No a la reforma constitucional. Los dos rivales de Renzi en el PD acusan al líder italiano de maniobrar para acumular todo el poder que pueda en sus manos. Durante una entrevista publicada el pasado 8 de octubre en el Corriere della Sera, Bersani abrió la caja de los truenos al advertir de que Italia se encamina hacia “el gobierno de un líder que nombra un Parlamento que decide todo, incluso aunque tenga sólo el 25% de los votos” si el Sí gana el referéndum.

De salir adelante la reforma constitucional planteada por Matteo Renzi, se pondrá fin al “bicameralismo perfecto”, es decir, la existencia desde la conclusión de la II Guerra Mundial de dos cámaras parlamentarias, Congreso y Senado, con idénticos poderes para evitar dictaduras como la de Benito Mussolini pero que con el paso del tiempo se transformaron en un lastre insalvable para un país tan difícil de gobernar. La prueba es que durante los 70 últimos años de historia de Italia han desfilado 63 ejecutivos de todos los colores e ideologías. Un récord inigualable en Europa. No es de extrañar que el primer ministro italiano se mostrara exultante cuando el Senado aprobó definitivamente la reforma en octubre, pese a que los parlamentarios del Movimiento popular 5 Estrellas de Beppe Grillo, de Forza Italia y de la Liga Norte optaron por no participar en la votación en señal de protesta. “Ahora Italia será el país más estable de Europa”, exclamó Renzi.

Pier Angelo Soci es técnico electrónico especializado y es partidario de la reforma. En su opinión, ya era hora de acabar con el largo e inútil proceso legislativo italiano en el que el Senado bloqueaba a menudo leyes aprobadas por el Congreso. “También se contempla la desaparición del Consejo Nacional de Economía y Trabajo (CNEL), una instancia que era consultada aunque sin poder vinculante pero que suponía un gasto excesivo pagado con los impuestos ciudadanos”, afirma a El Telégrafo. Pese a que este veneciano de 50 años se considera ideológicamente como “de centro izquierda progresista”, la izquierda en bloque y, aunque por otros motivos, también buena parte de la derecha más tradicional del país se han vaciado en contra de la reforma. “Para mí, lo más  importante de este referéndum es que dirime la eliminación del exceso burocrático y el desbloqueo de la autogestión. Eso es algo que hará bien al país”, sentencia.

Una de las mayores preocupaciones de los críticos es que la victoria del Sí será interpretada por Renzi como el visado que necesitaba para convertirse en el candidato del PD en las elecciones de 2018 y, si vence como parece muy probable, estar cinco años al frente del gobierno de Italia sin nadie que le haga sombra. “Si algo caracteriza la gestión de Renzi ha sido la división del país en un momento donde las prioridades son otras. Con reformas como la del trabajo, la que llamamos “Jobs Act”, que está generando precariedad y explotación. O como la de educación, la que él llama “Buena Escuela”, donde el director del centro funciona con los mismos poderes de un empresario”, asegura Anna Camposampiero, 49 años y miembro de la Secretaría en Milán del Partito della Rifondazione Comunista (PRC), la heredera del histórico PCI que engrandeció Antonio Gramsci.

La izquierda está irritada con Matteo Renzi. Lo consideran un “mentiroso”, un fiel “sirviente” de las instituciones financieras que, a raíz de la gran crisis de 2008, pidieron la abolición de los derechos sociales que encumbraban las constituciones de buena parte de los países del sur de Europa. “Para los que votaremos No y somos de izquierda significa bloquear el intento de destrucción de nuestra soberanía. Y a quien nos acusa de no querer cambiar nada, les respondemos con otro eslogan mágico: queremos cambiar todo para no pagar la deuda que incluyeron en la Carta Constitucional. O recuperar el Estatuto de los trabajadores que suspendieron, o aplicar los artículos que garantizan una salud y una educación pública universal”, concluye esta varesina de cabello ensortijado y sonrisa imperecedera.

Pero cualquier oposición a Renzi se encuentra hoy desarbolada. La derecha lleva años perdida en una infructuosa búsqueda del sucesor de Silvio Berlusconi y el Movimiento 5 Estrellas recibió en abril un mazazo con el fallecimiento de su fundador y estratega, el empresario milanés Gianroberto Casaleggio.

Eso lo saben bien los miles los más de 150.000 migrantes que residen en el país transalpino. Como la quiteña Mariana García, que lleva 25 de sus 51 años en Milán y ya tiene la ciudadanía italiana. Mariana no tiene duda sobre cuál será el sentido de su voto en el referéndum constitucional. “Diré No a la reforma”, indica con contundencia. Sus motivos parten de una lógica demoledora. Desconfía de Renzi, recela de los promotores de la consulta. “Es gente que defiende sus privilegios pero, sobre todo, que es absurdo pretender modificar una constitución con 139 artículos mediante un referéndum. Lo más oportuno era convocar una Asamblea Constituyente”, puntualiza.

Para esta administradora de empresas que fundó la asociación Mitad del Mundo en 2003, la situación política actual está siendo aprovechada por Renzi para concentrar en torno a su persona a toda la democracia cristiana que durante la era de Berlusconi estuvo al borde del hundimiento. Pero esa habilidad no exime al primer ministro, al menos ante los ojos grandes y negros de Mariana, de una gran incoherencia como es su incapacidad para explicar el fondo real de lo que intenta reformar. “Los temas son complejos y merecerían más atención. Hay juristas que cuestionan todos los puntos de la reforma mientras que otros lo pintan como necesarios, indispensables y modernos. Desgraciadamente iremos a votar desconociendo a fondo lo que se plantea en el referéndum”, afirma. Las inexactas encuestas aseguran que ganará el Sí por lo que Renzi se encontrará con las manos libres para aplastar sin miramientos las múltiples rebeliones internas que sacuden a su partido antes de presentarse a las elecciones como si fuera la reencarnación de Julio César.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media