Publicidad
Las acciones buscaron desprestigiar el gobierno de cristina fernández
El espionaje inglés realizó operaciones encubiertas en Argentina entre 2006 y 2011
Gran Bretaña espió a Argentina de 2006 a 2011 por temor a que las fuerzas militares del país latinoamericano “invadieran” las Islas Malvinas y tomaran el control del territorio ubicado en el Atlántico Sur, de acuerdo a documentos filtrados por el estadounidense Edward Snowden, extécnico de la CIA.
Los informes de Snowden indican que durante esos 5 años Gran Bretaña espió “activamente” al Gobierno argentino por el tema de las Malvinas, “propagando virus de computadoras” y circulando “propagandas falsas” para desacreditar a la administración de Cristina Fernández de Kirchner.
Los documentos mencionan que las tareas de espionaje sobre Argentina incluyen gran cantidad de “correos, memos, presentaciones y comunicados internos, que datan desde 2006 hasta 2011, incluso”.
“El espionaje incluye operaciones encubiertas en redes sociales, intervención de comunicaciones militares y de seguridad. Todo con un claro objetivo: estar informados acerca de los planes de Argentina respecto de las Islas Malvinas e influir en la opinión pública”, agrega.
Los archivos de Snowden revelan que el principal objetivo de la Oficina de Asuntos Extranjeros era “prevenir que Argentina recupere las Islas Malvinas” y agrega que “nuevas operaciones cibernéticas” se estaban llevando a cabo para mediados de 2011.
Para ello, Gran Bretaña habría contado con la ayuda de Estados Unidos, su más cercano aliado. Argentina era entonces “el principal interés de la central de inteligencia británica en la región”, continuó.
La semana pasada, el gobierno de David Cameron confirmó que aumentará en los próximos 10 años a $ 260 millones la defensa militar de las islas, incluyendo el envío de dos helicópteros Chinook, la modernización del sistema de misiles anti-aéreos y el despliegue de 1.200 tropas ante “posibles amenazas de invasión”.
Los documentos filtrados se dieron a conocer el día en que se conmemoraron 33 años de la Guerra de las Malvinas (1982), y luego de que varias compañías británicas de exploración anunciaran haber hallado petróleo en las aguas al norte del archipiélago, ubicado en el Atlántico Sur.
Luego de nueve meses de tareas de exploración, un grupo de compañías británicas, compuestas por las firmas Premier Oil, Rockhopper Exploration y Falkland Oil & Gas, informó haber hallado gas y petróleo en el pozo Zebedee, en el norte de las islas.
El hallazgo, anunciado por las firmas en Londres, podría significar miles de millones de dólares en ganancias para las petroleras, como también para la economía británica. Sin embargo, el Gobierno argentino confirmó que demandará ante la justicia a las compañías británicas de exploración “por explorar ilegalmente en aguas bajo disputa de soberanía”.
La disputa comercial podría hacer crecer incluso más las tensiones diplomáticas entre Gran Bretaña y Argentina, que en 1982 se enfrentaron en un conflicto bélico por la soberanía de las Malvinas, guerra que tuvo un saldo de 655 argentinos, 255 británicos y tres isleños muertos.
El mes pasado, el ministro de Defensa británico, el conservador Michael Fallon, afirmó en una ponencia en la Cámara de los Comunes la “amenaza muy real” de parte de Argentina para “retomar” las islas.
Fallon se negó a comentar sobre especulaciones en la prensa británica acerca de que Argentina habría hecho un acuerdo con Rusia para comprarle armas.
Sin embargo, la embajadora argentina en Reino Unido, Alicia Castro, le respondió al Gobierno británico en un artículo publicado en el periódico The Independent, y titulado “Argentina no presenta ninguna amenaza militar a las Islas Malvinas, ¿Así que por qué Gran Bretaña está intensificando las tensiones?”, indicando que los argentinos defienden la democracia y que nunca más irán a la guerra por las Malvinas.
“Fallon insistió en la necesidad de defender a los habitantes de las islas de la “amenaza” que representa el reclamo de Argentina. Anunció que se mantendrá la base de 1.200 efectivos militares, lo que, en relación a la población civil de cerca de 2.000 habitantes hace de las Malvinas una de las zonas más militarizadas del mundo. Sin embargo, “Argentina no representa una amenaza militar para los habitantes”, continuó.
Según Castro, “es posible deducir que el gobierno conservador, en período electoral, quiere agitar el fantasma de 1982 para reflotar la figura de Margaret Thatcher, quien obtuvo con aquella guerra un formidable rédito electoral”. (I)