Publicidad
El ejército y las milicias sirias luchan contra el Estado Islámico en las calles de Palmira
Las fuerzas del régimen sirio, apoyado por el avance también de Fuerzas Democráticas sirias suníes y kurdas (SDF) y bajo la cobertura de los ataques aéreos de Rusia y Estados Unidos, lograron entrar en la ciudad histórica de Palmira, que estaba desde mayo de 2015 en manos del autodenominado Estado Islámico (EI), que destruyó algunas de sus joyas arqueológicas y asesinó a muchos de sus habitantes.
Los militares entraron en la ciudad por el suroeste, donde controlan un barrio repleto de hoteles y empezaron a desplegarse por un distrito residencial, pero aún se registran combates en las afueras de la localidad.
Una fuente militar dijo que las tropas de Damasco también avanzaban por el noroeste. “Los enfrentamientos son feroces”, añadió.
El ejército leal a Bachar al Asad inició este mes su ofensiva para recuperar el control de Palmira y abrir un corredor hacia la provincia de Deir al-Zor, en el norte, convertida en bastión del grupo terrorista.
Desde que ocupó Palmira -una ciudad construida en un oasis del centro de Siria-, el Estado Islámico dinamitó antiguos templos y tumbas con un enorme valor histórico, lo que fue calificado como ‘crimen de guerra’ por la Unesco.
La ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad, contenía numerosos tesoros antiguos como el Arco de Triunfo, los templos de Bel y de Balshamin o las torres funerarias, símbolo de la importancia de esta ciudad en los primeros siglos después de Jesucristo.
El director de Antigüedades y Museos de Siria, Maamun Abdelkarim, dijo que los templos destruidos por el grupo yihadista en la ciudad milenaria serán reconstruidos, “tras la pronta liberación”.
Los civiles que quedaban en la ciudad empezaron a abandonarla hace unos días, cuando los militantes de Estado Islámico les informaron por altavoces que los combates se estaban acercando, según El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), un grupo asentado en Reino Unido que controla la situación de la guerra de Siria mediante una red de informantes sobre el terreno.
“La gran mayoría ya huyó, solo quedaron los que son demasiado pobres para irse”, dijo el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, que señaló que el grupo ejecutó atrocidades como decapitaciones en el antiguo anfiteatro.
La captura de Palmira y la apertura de una vía hacia el noreste representa el avance más significativo del gobierno de Damasco en su lucha contra Estado Islámico desde que el ejército ruso empezó a intervenir abiertamente en el conflicto el pasado septiembre.
Con el apoyo de Moscú, Asad recuperó algo de terreno frente a EI, sobre todo, al este de Alepo, que era la mayor ciudad siria y un importante núcleo comercial antes de la guerra que empezó hace 5 años.
Según un informe de IHS Conflict Monitor, el Estado Islámico perdió el 22% de su territorio en Siria e Irak. Hace un año dominaba más de 95.000 kilómetros cuadrados de territorio y estaba presente en las provincias de Homs, Raqqa, Deir Ezzor, Al Hasaka, Hama, Alepo, Damasco, Damasco Rural, Deraa y Al Suwaida.
Pero esta victoria yihadista se vio empañada el pasado junio por la pérdida de grandes extensiones en el norte de Siria, como el estratégico paso fronterizo de Tal Abyad, principal vía de conexión con Turquía para los terroristas.
El grupo terrorista trata de imponer el terror en Europa con ataques simultáneos como los ocurridos en París el año pasado y esta semana en Bruselas. Para ello, la cúpula yihadista habría entrenado y formado en el califato a 400 terroristas con los que perpetrar estos ataques, informó la agencia AP citando a fuentes de seguridad. Cerca de 5.000 europeos han viajado al califato. “La diferencia es que en 2014 los combatientes extranjeros recibían un par de semanas de entrenamiento. Ahora la estrategia ha cambiado y los entrenamientos son más duraderos”.
Kerry en Moscú
El secretario de Estado norteamericano se reunió ayer con el presidente ruso, Vladimir Putin, en el marco de un viaje de dos días para hablar de las conversaciones de paz en Siria.
En Moscú, Kerry dialoga con Putin para encontrar una solución al conflicto sirio que ha dejado más de 270.000 muertos y millones de refugiados desde 2011, en el marco de las conversaciones internacionales en Ginebra.
Antes de reunirse con Putin, Kerry se reunió con su homólogo, Sergei Lavrov. El funcionario estadounidense dijo que los ataques que golpearon el martes Bruselas demostraron la importancia de que los países trabajen conjuntamente para sofocar la amenaza de extremistas, donde sea que estos actúen.
Lavrov señaló por su parte que los esfuerzos diplomáticos de Kerry han estado centrados en crear un ‘equilibrio’ entre los intereses de todas las partes involucradas en la crisis siria, en la que están incluidos Moscú y Washington. (I)