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La temperatura global podría aumentar hasta en 5,3 grados, mucho más que los 4,6 pronosticados

El calentamiento global está inclinando el eje de rotación de la Tierra hacia el este

Groenlandia pierde en promedio más de 272 billones de kilogramos de hielo por año, desde 2003.
Groenlandia pierde en promedio más de 272 billones de kilogramos de hielo por año, desde 2003.
Foto: Cortesía
11 de abril de 2016 - 00:00 - Leonardo Boix, corresponsal en Londres

El calentamiento global está inclinando cada vez más el eje de rotación de la Tierra, otra demoledora evidencia acerca del enorme impacto de la actividad humana en el planeta, de acuerdo con un nuevo estudio científico de la Nasa.

El deshielo de glaciares y capas de hielo, especialmente en regiones como Groenlandia, están cambiando la distribución del peso en el planeta Tierra. Y como consecuencia de ello, el movimiento polar, el desplazamiento que experimentan los polos celestes de la Tierra con respecto a los polos geográficos, se modificó.

Las conclusiones del grupo encabezado por Surendra Adhikari, jefe del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa, fueron publicadas en la revista científica Science Advances. Tanto científicos como navegantes habían medido con precisión el movimiento polar desde 1899, y durante gran parte del siglo XX viró hacia Canadá.

Pero desde entonces el eje de rotación de la Tierra ha cambiado, moviéndose en dirección este, a Inglaterra. “El reciente cambio en relación a la dirección que mostraba durante el siglo XX ha sido dramático”, afirmó Adhikari.

Aunque los científicos indican que esa variación no es peligrosa, sí subrayaron que tiene importancia para el mundo.

Jonathan Overpeck, profesor de Geociencias de la Universidad de Arizona, sostuvo que el informe de la Nasa, “da cuenta de cuán real y profundamente inmenso es el impacto de los humanos en el planeta”.

Desde 2003 y como consecuencia del calentamiento global, Groenlandia pierde en promedio más de 272 billones de kilogramos de hielo por año, y ello afecta al eje de rotación terrestre.

A ello se le suma que la Antártida Occidental pierde 124 billones de kilos de hielo anuales, mientras que la Antártida Oriental suma 74 billones de kilos de hielo al año, ayudando a modificar aún más el eje de rotación de la Tierra. “Todo esto se combina para hacer virar el movimiento polar hacia el este”, explicó Adhikari.

Jianli Chen, científico del Centro de Investigación espacial de la Universidad de Texas, había sido uno de los primeros expertos que atribuyó en 2013 la modificación del eje de la Tierra al cambio climático, y ahora agregó que el nuevo estudio de la Nasa suma más evidencia al respecto. “No hay nada de qué preocuparse”, dijo Chen. “Por ahora es solo un efecto interesante del cambio climático”, concluyó.

El informe de la Nasa se publicó días después que una investigación de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, concluyó que el calentamiento de la Tierra es mayor que el estimado previamente.

Los científicos estadounidenses destacaron que las proyecciones del cambio climático “subestimaron en gran medida” el papel que juegan las nubes, al indicar que el futuro calentamiento del planeta podría ser mucho peor que el estimado.

El grupo de Yale indicó que al duplicarse la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra, comparado con los períodos pre-industriales, la temperatura global podría aumentar hasta en 5,3 grados, mucho más que los 4,6 grados pronosticados previamente por modelos climáticos.

El estudio descubrió que las nubes poseen mucho más líquido en lugar de hielo que lo estimado en el pasado. Las nubes con más cristales de hielo reflejan más la luz solar que aquellas con líquido, evitando que esa luz llegue y caliente la superficie terrestre.

El haberse subestimado la cantidad actual de líquido en las nubes hace que los modelos científicos para pronosticar el cambio climático sean erróneos y poco precisos, de acuerdo con el informe publicado en la revista Science.

También descubrió que en el futuro un menor número de nubes cambiarán a un estado de reflejo del calor -debido principalmente al aumento del Co2-, llevando a un mayor calentamiento que el previamente estimado.

Eso dificultará mucho más a los países a mantener por debajo de los 2 grados centígrados el aumento de las temperaturas globales, como se había acordado el año pasado en la cumbre climática de París para evitarse efectos nocivos y catastróficos para el planeta.

Las temperaturas del planeta se han calentado en un grado centígrado desde el período industrial, impulsado por un aumento en cantidad de Co2, más de un 40%.

La falta de datos y constantes incertidumbres acerca del papel que juegan las nubes han creado mucha confusión acerca de los estimativos de calentamiento, afirmó la científica Ivy Tan, que participó del estudio de Yale.

“Los modelos climáticos subestimaron sistemáticamente la cantidad de líquido en las nubes, que llevó a no entender por completo lo que pasa. Esto implica serias consecuencias para el planeta en cuanto al cambio climático. Estamos hablando de una de las grandes incertidumbres climáticas. Por ello tenemos que entender mejor este tipo de factores”, concluyó. (I)

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