El BCE dispuesto a actuar, pero a cambio de compromiso
El Banco Central Europeo (BCE) está dispuesto a intervenir en el mercado de la deuda, ante las tasas "inaceptables" que pagan algunos países de la zona euro como España e Italia, pero a condición de que los gobiernos hagan sus deberes, declaró este jueves el presidente de la entidad, Mario Draghi.
El BCE "puede realizar operaciones en el mercado abierto de un tamaño adecuado para alcanzar su objetivo", dijo Draghi en una conferencia de prensa al término de la reunión del consejo de gobernadores del BCE que decidió mantener los tipos de intereses en el mínimo histórico actual de 0,75%.
Draghi anunció también que la institución que preside está dispuesta a adoptar nueva medidas excepcionales para restaurar la transmisión de su política monetaria, aunque no dio detalles.
Las modalidades de estas medidas se presentarán "en las próximas semanas", dijo.
Según Draghi, para que el BCE actúe, es necesario que los mandatarios europeos se comprometan a proseguir sus esfuerzos de saneamiento fiscal y reformas estructurales, lo que lleva su tiempo.
Es por ello que también deben estar dispuestos a hacer intervenir al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y al futuro Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en el mercado de la deuda, dijo.
"La política monetaria no puede todo, y menos compensar la falta de acción de los políticos", advirtió Draghi, quien afirmó el compromiso unánime de los 23 miembros del consejo de gobernadores a "hacer todo" para proteger la zona euro.
Uno de ellos, sin embargo, se pronunció contra la posibilidad de reactivar el programa de compra de deuda en el mercado secundario, declaró el vicepresidente de la entidad, el portugués Vitor Constancio, sin dar nombres.
El Bundesbank, banco central alemán, se había opuesto a esa posibilidad. Pese a sus compromiso para actuar y un tono firme a lo largo de la conferencia de prensa, Draghi no ha logrado convencer a los mercados cuya confianza quería precisamente restablecer.
La mayoría de las Bolsas europeas registraban fuertes caídas y el rendimiento de la deuda española e italiana subía de nuevo.
