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La presidenta bachelet promulgó el texto a fines de mayo
El 45% de chilenos apoya la reforma educativa
Aunque el escándalo por una serie de supuestos actos de corrupción permanece en el tope de la agenda política en Chile, poco a poco la educación retoma el sitio que tuvo el año pasado en el país.
En las últimas semanas se registraron multitudinarias protestas estudiantiles en rechazo a la reforma educacional de Michelle Bachelet, mientras que el lunes se sumaron los profesores, que iniciaron una huelga indefinida.
Lo que supuestamente sería el gran legado de la presidenta chilena Michelle Bachelet -la reforma educacional- terminó entrampándose con nuevas exigencias tanto de los estudiantes como de los profesores. Pero, además, la percepción ciudadana ha cambiado.
Según una encuesta de Adimark que se conoció el martes, el 48% se oponía a la reforma, mientras que el 45% la aprueba. En contraste, en mayo de 2014, el 58% estaba de acuerdo y el 33% la rechazaba.
Bachelet promulgó a fines de mayo el texto que pone fin al lucro, al copago y a la selección, en una medida histórica que cambiará radicalmente el panorama educacional chileno, heredado del régimen de Augusto Pinochet.
“Con esta ley queremos garantizar que nadie sea marginado de las posibilidades que ofrece el aprendizaje. Lo que nos comprometimos lo estamos cumpliendo”, dijo la mandataria socialista.
Además, en su discurso anual del 21 de mayo pasado anunció la gratuidad para el 60% de los estudiantes más pobres de la educación superior a partir de 2016. Pero los estudiantes, tanto secundarios como universitarios, quieren más cambios y estiman que la presidenta no escucha sus demandas.
Para empeorar las cosas, en una marcha estudiantil de mediados de mayo dos jóvenes murieron en Valparaíso y el tercero (Rodrigo Avilés) quedó gravemente herido después de que la Policía disparara a corta distancia un chorro de agua en su contra, que generó gran impacto en el país.
El jueves de la semana pasada hubo sendas manifestaciones en Santiago, tanto para protestar por la reforma educacional como por la situación de Rodrigo Avilés.
En la mañana se manifestaron los secundarios y en la noche los universitarios, que coparon la Alameda -principal arteria de la capital- desde Plaza Italia hasta La Moneda.
Cambio de salarios
Mientras que los estudiantes de las escuelas quieren que los colegios públicos sean devueltos al Estado -actualmente se encuentran en manos de los municipios-, los universitarios exigen gratuidad. Al mismo tiempo, los profesores rechazan el proyecto de carrera docente de Bachelet, por lo que el paro es indefinido.
La iniciativa de la presidenta establece un aumento salarial del 28% para los profesores que ingresen a la llamada ‘Nueva política Nacional Docente’, que establece evaluaciones de desempeño periódicas.
Pero el gremio docente rechaza las evaluaciones individuales de desempeño y, además, estima que la reforma está basada en la “desconfianza” hacia la labor de los profesores.
También se oponen al requisito de rendir una prueba de conocimiento para certificarse en la carrera docente. En cuanto a las remuneraciones, los profesores que trabajan 37 horas pasarán de ganar $ 947 mensuales a $ 1.284, mientras que quienes laboran 44 horas recibirán $ 1.524 en vez de $ 1.022. Sin embargo, para el gremio no es suficiente.
El Gobierno chileno calcula que unos 850.000 profesores podrían adherirse al nuevo sistema, con un costo de $ 2.300 millones para el fisco.
Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores, que volvió a movilizar ayer a su gremio en el centro de Santiago, sostiene que es necesario que se desarrolle una mesa de diálogo para solucionar el conflicto entre ambas partes. (I)