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El proyecto apunta a una total privatización de sectores estratégicos
EE.UU. y la UE negocian otro acuerdo en secreto
El Tratado de libre comercio e inversiones entre Europa y Estados Unidos (TTIP) no es el único gran acuerdo secreto que negocian los gobiernos del mundo, como reveló la página web de filtraciones WikiLeaks, que ha proporcionado información sobre 17 documentos secretos del Trade in Services Agreement (TiSA), que discuten 50 países del mundo, según el diario Público, en colaboración con la citada web.
El documento reservado al que Público tuvo acceso por su colaboración con WikiLeaks -en exclusiva en España- recoge los posicionamientos de los países que negocian este acuerdo y su intención de desarmar a los Estados en lo que respecta a su capacidad reguladora. El texto que hoy está sobre la mesa establece que el tratado afectará a todos los niveles de regulación, de los gobiernos centrales a los ayuntamientos, pasando por las comunidades autónomas, incluso por los colegios profesionales.
De ser ratificado este texto, los gobiernos elegidos de forma democrática deberán notificar al resto de países firmantes y, por ende, a las multinacionales de las normativas que pretendan aprobar, siempre en aras de la “transparencia”, según el documento. Esto permitirá a las empresas anticiparse a esos cambios normativos, y presionar directamente a los gobiernos pidiéndoles explicaciones que estos estarán obligados a facilitarles por escrito, influyendo así sobre su capacidad legislativa.
No hay intereses sociales
Los Estados son los que estarán obligados a crear estos cauces de comunicación y deberán responder a los requerimientos de las empresas “sin retrasos innecesarios”, como reza el texto.
El mismo documento que pretende obligar a los gobiernos a asegurar su “imparcialidad” a la hora de conceder licencias para prestar servicios a las empresas extranjeras, y que les conmina a seguir “criterios objetivos y transparentes”, como “la capacidad” de prestar un servicio que pueda tener una empresa, dejando de lado otras razones sociales, medioambientales o culturales.
En este marco de pensamiento neoliberal, los ciudadanos son vistos como consumidores, y son las multinacionales las beneficiadas por un acuerdo que persigue incrementar sus beneficios, en detrimento también de los mercados locales.
Normativas poco claras
El documento, fechado en febrero de 2014 y que está vigente, establece incluso límites poco claros a estas normativas.
“No deben ser más estrictas de lo necesario [burdensome es el término original]”. La interpretación de qué es realmente “necesario” queda de nuevo en mano de las empresas. Y el documento final podría beneficiarlas más.
Una de las propuestas de Estados Unidos y Australia deja la puerta abierta para que Estados y empresas diriman sus diferencias, a través de tribunales de arbitraje similares a los que utilizan las empresas cuando pueden agarrarse a un mecanismo de blindaje ISDS.
Esta cláusula de protección de multinacionales es precisamente la parte más polémica del tratado de libre comercio entre Washington y Bruselas, el apartado del TTIP más difícil de vender para la Comisión, encargada de negociar en nombre de los 28 en ambos acuerdos.
El documento está redactado en el lenguaje convenientemente ambiguo de otros textos del TiSA y hace referencia a términos como “objetividad” o “transparencia”, siempre desde la óptica de las empresas.
El análisis de otros documentos sobre el acuerdo demuestra que todos ellos han sido redactados desde la misma óptica neoliberal, y persiguen establecer el marco de desregulación que demandan las multinacionales. TiSA, TTIP o TTP son solo los nombres de algunos de estos mecanismos, pero la filosofía que los impulsa es la misma y su objetivo es idéntico. (I)
Datos
WikiLeaks reveló que existen 17 documentos secretos que proceden de las igualmente secretas negociaciones del Trade in Services Agreement (TiSA). Este acuerdo se forja desde 2013 e implica unos 50 países, la mayoría es de occidentales (EE.UU. y la Unión Europea como referentes), y que en conjunto suponen dos terceras partes del PIB global.
Están fuera del acuerdo países como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y este parece un pacto diseñado por y para las potencias occidentales.
El acuerdo TiSA se complementa con el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP), que a su vez integra el Trans-Pacific Partnership (TPP). Ellos establecen una serie de normas con el objetivo de “eliminar barreras” para las empresas y darles así mayor margen de maniobra.