Detienen en Florida a hombre acusado de contrabando de fósiles de dinosaurio
Las autoridades estadounidenses detuvieron hoy en la ciudad de Gainsville (norte de Florida) a un hombre acusado de montar una red para "importar ilegalmente fósiles de dinosaurio" a Estados Unidos.
A Eric Prokopi, de 38 años, se le acusa de contrabando de fósiles de dinosaurio, entre los que figuran un "esqueleto casi completo de un tiranosaurio", procedente de Mongolia; otro de un saurolophus (del mismo lugar) y el de un microraptor, de China, señaló en un comunicado la Fiscalía del distrito sur de Nueva York.
Agentes de la oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) y del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos detuvieron a Prokopi en su vivienda de la citada ciudad de Florida.
La detención se produjo como resultado de la demanda civil presentada por las autoridades estadounidenses en nombre del Gobierno de Mongolia en la que se solicita la confiscación de los fósiles y su retorno a su país de origen.
La reciente incautación (de los fósiles) que tenía en su poder Prokopi "es meramente la punta de un iceberg" de un mercado negro de fósiles prehistóricos, señaló Preet Bharara, fiscal de Manhattan.
Sobre Prokopi pesan los cargos de "contrabando de bienes, posesión de una propiedad robada y falso testimonio", además de "importar ilegalmente bienes robados a Estados Unidos y recepción y venta de éstos".
Según la Fiscalía de Nueva York, Prokopi era propietario y dirigía un negocio llamado "Everything Earth" y se describía así mismo como un "paleontólogo comercial" que compra y vende esqueletos parciales o completos de dinosaurio.
Entre 2010 y 2012, el acusado adquirió fósiles de dinosaurio procedentes de países extranjeros ilegalmente transportados a Estados Unidos, que llegaron con el "contenido falseado en los formularios de aduanas".
El esqueleto del tiranosaurio fue vendido en una subasta en Nueva York por más de un millón de dólares y el del saurolophus a una galería de California, según detalló la Fiscalía. EFE
