Damnificados retornan a sus casas

Una semana después del paso del huracán Harvey, millones de habitantes del sur de Estados Unidos se esfuerzan por reanudar sus vidas en barrios convertidos en islas.  

La mayoría están limitados por las dificultades de abastecimiento, los cortes de corriente y la parálisis del transporte.

Para decenas de miles de habitantes, instalados en centros de acogida, el regreso a sus hogares es impensable dada la lentitud de la decrecida de las inundaciones. Este drama se da, en medio de la visita que efectuó desde ayer el presidente Donald Trump a las zonas devastadas. El jefe de Estado, que viajó junto a su esposa Melania, tenía previsto reunirse con los sobrevivientes de la catástrofe.

En Houston, las casas han permanecido abandonadas durante varios días, con un líquido lodoso que llega a las ventanas.

Al regresar a su vivienda en Port Arthur, Tobías James encontró sus dos vehículos llenos de agua, incluyendo un Dodge totalmente nuevo.

“El seguro de uno de ellos venció hace ya años”, se lamentó, al tiempo que se consolaba pensando que todos sus parientes se encuentran bien.

En tanto, en la planta química de la empresa Arkema, al norte de Houston, hubo llamas y una densa nube de humo.

“Es la reacción que esperábamos que ocurriera. Ya se han tomado medidas y el área ha sido evacuada, no hay personas cerca”, dijo un empleado de la planta que fabrica peróxidos orgánicos, un compuesto muy inflamable y cuyas emisiones de humo son tóxicas. (I)