Publicidad
Un Fiscal pide investigar a Lula da Silva
Cunha rompe con Dilma y pasa a la oposición
Acorralado por una acusación de recibir cinco millones de dólares de sobornos, el presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, el ultraconservador Eduardo Cunha, anunció hoy que se pasó formalmente a la oposición que venía haciendo durante todo el primer semestre al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
Acusado de golpista por varios parlamentarios de izquierda, Cunha, del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB) del vicepresidente Michel Temer, principal aliado del Partido de los Trabajadores (PT), recibió un recado de la propia presidenta durante la Cumbre del Mercosur en Brasilia: "no hay espacio para aventuras antidemocráticas en Sudamérica y en toda la región".
Cunha debe decidir en las próximas semanas, como presidente de Diputados, si le da curso a un pedido del grupo ultraradical de derecha Movimiento Brasil Libre, que defiendel regreso de la dictadura militar, par ainiciarle un juicio político a Rousseff supuestamente por el escándalo de sobornos en la empresa estatal Petrobras.
Cunha acusó al Palacio del Planalto (sede del gobierno) de "hacer una orquestación faraónica" para que el procurador general de la República, Rodrigo Janot, lo investigue. Cunha fue acusado por Julio Camargo, empresario del sector del petróleo que es un arrepentido y colabora con la justicia, de obligarle a pagarle 5 millones de dólares en el exterior como parte de la autorización para participar de la venta de sondas perforadoras submarinas para la compañía.
Pero la jugada de Cunha -un fundamentalista evangelista, que promovió estatutos de la familia en contra de los homosexuales, la tercerización laboral y una reforma política a la medida de sus grupo de parlamentarios-fue desautorizado por su propio partido, el PMDB.
"Es una decisión personal, el partido sigue en el gobierno", dijo el PMDB, cuyo titular es el vicepresidente Michel Temer. Cunha había llegado a la presidencia de Diputados por ser justamnete del PMDB pero impuso pautas netamente opositoras que han colaborado para erosionar la falta de movimiento político de Rousseff.
Desde el gobierno, la decisión es vista como un alivio porque la oposición ahora ganará un representante que radicaliza el discurso, pero ya no estará en el seno del propio oficialismo.
Y en ese contexto, en medio de una batalla que incluye a figuras del submundo de la política y del Poder Judicial, se inscribe la investigación abierta por un fiscal por supuesto tráfico de influencias contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
"Es una medida arbitraria e injustificada" y "están queriendo manchar al mayor líder brasileño denttro del país y en el exterior", dijo el Instituto Lula, el centro de estudios políticos que dirige en Sao Paulo el presidente, en un comunicado, rechazando la acción de un fiscal suplente que en tiempo récord aceptó una denuncia que partió de un gran enemigo del gobierno laborista, la revista Epoca, del grupo de noticias y entrenimiento Globo, el quinto del mundo.
Valtan Timbó Mendes Furtado, fiscal de Brasilia, pidió investigar si Lula, ya como ex presidente, entre 2011 y 2014 realizó viajes a Republica Dominicana y Cuba para favorecer a la constructora Odebrecht en contratos que fueron financiados por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). El banco de fomento desmintió al fiscal en un comunicado.
Pero la acusación, por lo pronto, ha servido como una forma para vincular el nombre del ex mandatario con Odebrecht, teniendo en cuenta que el presidente del Partido de los Trabajadores, Rui Falcao, repitió el miércoles que el candidato de la fuerza en 2018 debería ser, nuevamente, Lula. El PMDB, según el propio vicepresidente Temer, debe tener candidato ese año.
El presidente de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, está preso acusado de participar de la red de sobornos de las constructoras a funcionarios de la empresa petrolera estatal Petrobras que repartían el dinero con políticos en los últimos 16 años.
Cunha y el presidente del Senado, Renán Calheiros, también del PMDB, están en la lista de 45 políticos investigados en el caso Petrobras a cargo del Procurador Genral de la República, Rodrigo Janot. En el marco de esta maraña judicial, política y mediática, fue allanada el martes la mansión del expresidente y senador Fernando Collor de Mello (1990-1992) por una acusación de recibiento de coimas en el caso Petrobras.
Varios analistas se preguntan los motivos por las cuales Lula -que nunca escondió que iba a ser un vendedor ambulante de las empresas brasileñas en el exterior- es el único investigado por este tipo de actividades patrocinadas por empresas en el exterior, como conferencias.
El ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) admitió que su instituto recibe donacioens por parte de empresas constructoras, como Camargo Correa, cuyos directivos están presos en el escándalo Petrobras.
Casi al mismo tiempo de la acusación contra Lula, tomada por un fiscal suplente a quien el Partido de los Trabajadores vincula con la oposición, el expresidente uruguayo José Pepe Mujica denunció desde Montevideo: "La derecha brasileña promueve una campaña para criminalizar al PT porque no tolera que Lula o Dilma no hayan salido de sus entrañas para conducir el país, con los grandes medios de comunicación como punta de lanza".
Desde el PT, los fiscales "actúan en forma partidaria con prejuicio de clase y preconceptos ideológicos. "El contenido de la acción es equivocado. Además no se cita a otros presisdentes que también apoyaron a constructoras brasileñas, práctica común de ex mandatarios de China y Estados Unidos", dijo el diputado Paulo Pimenta, titular de la Comisión de Derechos Humanos. "Están en curso intentonas de desestabilización", afirmó.
Paulo Texeira, do PT, fue hacia el mismo punto de análisis: "Lula es una clase de ex presidente que viaja por el mundo promoviendo al Brasil. Es natural, es lícito, loable, más que oportuno, aunque otros ex presidentes hablen mal de Brasil en el exterior", en obvia referencia a Cardoso, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). (I)