Publicidad
Cumbre Ibérica empieza hoy
Los peajes y los trenes, dos asuntos que más han dado que hablar en las relaciones de Portugal y España en los últimos años, llegan casi resueltos a la XXVI Cumbre Hispano-Portuguesa de este lunes, marcada por los temas europeos y la crisis.
Las repercusiones en el turismo y el transporte del complicado sistema de pago de los peajes creados desde 2010 por los Gobiernos lusos en autopistas que conectan con la frontera española, el abandono portugués de los proyectos bilaterales de alta velocidad ferroviaria, en 2011, generaron ríos de tinta.
Pero tras varias reuniones ministeriales celebradas desde la cumbre de hace un año en Oporto, está despejado el futuro de las conexiones ferroviarias, que Portugal orienta ahora al transporte de mercancías y no de personas, y se ha logrado y probado con éxito la compatibilidad de los respectivos sistemas de pago de peajes.
Esta semana, los ministros de Agricultura, el español Miguel Arias Cañete y el portugués Assuncao Cristas, acordaron en Lisboa que los dos países prepararán juntos "la batalla final" del programa europeo de ayudas a su sector.
Según fuentes españolas y lusas, cerrar consensos en asuntos comunitarios en los que Lisboa y Madrid ya convergen, es uno de los temas estelares en las reuniones.