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"Cuando los emisarios nazis vinieron a EE.UU. fueron muy bienvenidos"
A continuación reproducimos parte del diálogo que tuvo el profesor Noam Chomsky con Jorge Majfud. El texto completo forma parte del libro Sin azúcar, que Editorial Irreverentes publicará este año en España.
El presidente Roosevelt, cuando por los años veinte era miembro del directorio de Harvard University, según algunos artículos, consideraba que había demasiados estudiantes judíos en la universidad...
Sí. Y el presidente de Harvard, James Conant, bloqueó la llegada de judíos a la universidad, sobre todo impidiendo que los inmigrantes europeos entraran al departamento de química, al mismo tiempo que mantenía buenas relaciones con los nazis. Cuando los emisarios nazis vinieron a Estados Unidos, fueron muy bienvenidos a Harvard.
Aquí en Estados Unidos hubo figuras de relevancia nacional, hoy casi íconos como Henry Ford y alguno de los gerentes de GM, quienes fueron premiados con la Gran Cruz del Águila Alemana, la mayor distinción del gobierno nazi.
Sí, Henry Ford apoyó mucho a los nazis… Los hombres de negocios ayudaron mucho a los nazis, y muchos continuaron haciendo lo mismo a lo largo de la guerra. Incluso fue algo mucho más generalizado que eso. El antisemitismo que uno podía ver a nivel de calle, ya sea como un niño como yo o en lugares como Harvard, no difería en mucho de la política que tenía este país por entonces.
También hubo racismo contra otros grupos marginados del poder.
Bueno, hubo una fuerte extradición de indios ya desde el comienzo. Todo bajo la excusa de que “debemos protegernos”, y eso nos viene ya desde la fundación de este país.
Como fue el caso de los irlandeses hasta que fueron “asimilados” en lugar de ser simplemente “integrados”...
Los irlandeses fueron tratados de una forma horrible, incluso aquí en Boston. A finales del siglo XIX eran tratados casi tan mal como los negros. Uno podía encontrar letreros aquí, en restaurantes, diciendo: “No se admiten irlandeses, ni perros”. Pero finalmente los irlandeses se asimilaron a la sociedad y se convirtieron en parte del sistema político y así tuvimos a los Kennedy, por ejemplo. Por esa época el antisemitismo ya había casi desaparecido en este país.
Es decir que podemos ver cambios en algunos casos y, sin embargo, siempre vemos algo que se repite constantemente. Por ejemplo, ahora los judíos son los mexicanos y los musulmanes…
Claro, ahora son los musulmanes, los mexicanos o los centroamericanos. Mira lo que está pasando con los sirios. Hay una terrible crisis allá y Estados Unidos prácticamente no ha recibido refugiados de esa zona. Un caso dramático y más cercano es el de los centroamericanos. ¿Por qué la gente escapa de América Central? En definitiva se debe a las mismas atrocidades de Estados Unidos. Mira Boston, por ejemplo, que es donde estamos ahora; aquí hay un considerable número de población maya. Esa gente escapó de Guatemala, donde hubo un genocidio a principios de los años ochenta y que fue apoyado por el presidente Ronald Reagan. Dejaron toda una región devastada. La gente todavía intenta irse de allí pero apenas son capturadas las envían de regreso. Hace un par de semanas, la administración Obama, la cual ha roto todos los récords de deportación, detuvo guatemaltecos que estaban viviendo aquí… Creo que habían estado aquí por 25 años, con sus familias, trabajando en sus negocios y los deportaron. Esa gente había llegado huyendo del genocidio guatemalteco que nuestro gobierno apoyó.
En el caso de Guatemala la historia de intervenciones tiene uno de sus orígenes en el golpe de estado contra Jacobo Arbenz en 1954. Ernesto Che Guevara estaba en la ciudad cuando la CIA decidió destruir una de las pocas democracias de la región.
Es cierto, básicamente eso empezó en 1954, y luego hubo otras atrocidades terribles, especialmente a finales de los 60. Pero lo peor ocurrió a principios de los 80, un monstruoso genocidio del pueblo maya durante el gobierno de Ríos Mont. No obstante, Estados Unidos deportó a los refugiados de aquella época. Recientemente la administración Obama ha presionado al gobierno de México para mantener toda esa gente lejos de la frontera mexicana. Algo bastante parecido a lo que están haciendo los europeos con Turquía, para que los sirios que buscan refugio no se acerquen demasiado.
De hecho, según las leyes internacionales los menores de un país no vecino no deben ser impedidos de cruzar una frontera. Pero estas leyes han sido violadas muchas veces…
Lamentablemente, muchas cosas se hacen violando las leyes internacionales. Mira lo que pasó cuando la gente intentaba huir de Haití a principios de los 90. Por entonces hubo una elección libre y el presidente Jean-Bertrand Aristide ganó. Unos pocos meses después fue derrocado por un golpe militar. Una corrupta junta militar se hizo cargo del poder y Estados Unidos la apoyó, no de forma abierta sino de forma pasiva. Entonces los haitianos comenzaron a huir del terror de su propio país y las autoridades aquí los mandaron de regreso y en algunos casos los enviaron a Guantánamo. Claro que esto va contra las leyes internacionales, pero el gobierno de Estados Unidos quería creer que se trataba de “refugiados económicos”.
Hablemos un poco de la importancia que tuvo la Guerra civil española en su pensamiento y en su activismo.
Sí, tuvo muchísima importancia… De hecho, escribí mi primer artículo sobe la Guerra Civil Española…
Entonces viajaba desde Filadelfia a Nueva York de vez en cuando.
Sí, tenía unos tíos allá y solía quedarme con ellos a veces, por el área de la Union Square hacia la Cuarta avenida. Por esa área había muchos inmigrantes españoles que habían huido de Franco. Entonces yo pasaba muchísimo tiempo en las librerías con los inmigrantes, hablaba con ellos y me llevaba material de allí. Todo eso fue para mí como una escuela, sobre todo cuando escribí sobre la Guerra Civil Española y sobre otros temas muchos años después. En mis artículos usé muchos de los documentos que descubrí allí, cuando era todavía un niño, la mayoría de todo eso no había sido publicado todavía. Mucho ha sido publicado hoy en día, pero no lo era por esa época. Por otra parte, fue de aquella prensa de izquierda de la época que aprendí acerca del apoyo de la administración del presidente Franklin Roosevelt al dictador Franco, todo lo cual fue más tarde conocido por muchos.
Empresas estadounidenses como Alcoa, GM y Texaco jugaron un papel importante en la derrota de la Segunda República. Muchas grandes compañías internacionales colaboraron con los nazis y con el mismo Franco.
Pero querían hacer creer que no tenían nada que ver ni estaban informadas. Por entonces hubo un informe en la prensa de izquierda, allá por los años 30, sobre Texaco, compañía que estaba dirigida por un nazi llamado Torkild Rieber. Este empresario derivó barcos de petróleo de la Segunda República, con la cual tenía contratos, a la falange de Franco. Eso fue informado por la prensa de izquierda aquí, pero el Departamento de Estado negó saber cualquier cosa sobre el hecho, hasta que terminó admitiéndolo solo años después y ahora podemos leerlo en los libros de historia, de forma que así se suprime el hecho de que este país lo toleró. Por otro lado, la misma administración condenaba estrepitosamente a algunas compañías mexicanas por enviar unas pocas armas a la república española.
Suena muy familiar en América Latina…
Bastante. En los 90, durante la administración Clinton y durante el régimen terrorista en Haití, la CIA informó al Congreso de Estados Unidos que se había dispuesto un embargo de petróleo para el régimen haitiano, lo cual fue simplemente mentira. Yo estaba ahí. Cualquiera podía ver desde allí las terminales petroleras que estaban siendo construidas mientras los barcos ingresaban a puerto. Luego resultó que el mismo presidente Clinton había autorizado a la compañía Texaco para enviar petróleo de manera ilegal a la junta militar, en un momento que se suponía que se estaban oponiendo a los militares y promoviendo la democracia. La misma compañía, la misma historia.
¿Cree que la experiencia histórica de los anarquistas españoles, de no haber sido destruida por Franco, pudo transformarse por ejemplo en una tercera opción al estalinismo y al capitalismo occidental? ¿Cómo pudieron evitar la derrota?
A ver... Los comunistas fueron uno de los principales responsables de la destrucción de los anarquistas españoles. No solo en Cataluña, sino en otras partes: los ejércitos comunistas destruyeron muchas organizaciones colectivas.
¿Cómo pudieron los anarquistas y la República evitar la derrota?
Es una pregunta interesante. Hubo una propuesta de un profesor italiano, Camilo Bernari. Él estaba en contra de la formación de un ejército, un gran ejército para luchar contra Franco. Él pensaba que se debía restablecer el recurso de la guerrilla, la cual tenía una importante tradición en España. (I)