Publicidad
Crisis de rehenes en Argelia concluyó ayer en una masacre
La crisis de los rehenes que estalló el pasado miércoles en las instalaciones de gas argelinas de In Amenas, en el sureste del país, la primera de su género desde la sangrienta década de los 90, finalizó ayer de manera dramática con la muerte de los últimos siete rehenes extranjeros.
Fuentes de los servicios de seguridad afirmaron que el último asalto se produjo ante la certeza de que los asaltantes habían decidido suicidarse en grupo tras perder toda esperanza de escapar con los rehenes y de comprobar que habían comenzado a asesinar a sangre fría a los secuestrados.
La agencia oficial argelina y la televisión estatal confirmaron que las fuerzas especiales del Ejército lanzaron esta mañana la última operación contra los once terrorista que todavía resistían en una zona de las instalaciones, fuertemente armados y con explosivos adosados al cuerpo, según habían asegurado los propios asaltantes.
Sin embargo, según las fuentes de seguridad, cuando las fuerzas especiales intervinieron y mataron a los terroristas de la denominada "Los que firman con sangre", los siete rehenes, cuyas nacionalidades aún se desconocen, ya estaban muertos.
Antes de la confirmación del dramático final, medios locales informaron que durante la noche habían sido liberados siete rehenes de nacionalidad japonesa, irlandesa e india y que se habían descubierto los cadáveres calcinados de otras quince personas, al parecer tanto de captores como de cautivos.
Un total de 23 rehenes y 32 secuestradores murieron durante los cuatro días de la ocupación de la planta de gas, según un balance oficial provisional.
Las fuerzas argelinas pudieron liberar a "685 empleados argelinos y 107 extranjeros" y mataron a "32 terroristas", en tanto que murieron 23 rehenes, indicó el ministerio del Interior, sin precisar la nacionalidad de estos últimos.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que "todo indica" que un trabajador colombiano de la petrolera BP está entre las víctimas del secuestro.
Entre los 32 secuestradores muertos figuran tres argelinos, los otros eran de diversas nacionalidades, no especificadas, y entre ellos había expertos en explosivos, añadió el comunicado.
El ministro Británico de Asuntos Exteriores, William Hague, aseguró ayer antes del anuncio del fin de la operación de rescate que "cerca de diez" de sus compatriotas estaban "en peligro o desaparecidos".
Sin embargo, más allá del fin de la operación y de la muerte de siete rehenes y 11 hombres armados y de que los trabajadores de la planta habían logrado sofocar un incendio provocado por los asaltantes, no se ha conocido ningún otro detalle.