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El tripulante de la nave era un alemán de 28 años y suspendió su formación por unos meses. se desconoce la razón
Copiloto de Germanwings no tenía antecedentes (Galería)
El copiloto del avión de Germanwings siniestrado en los Alpes franceses con 150 personas a bordo, Andreas Guenter Lubitz (foto), que dejó fuera al comandante ‘voluntariamente’ y accionó el botón para comenzar el descenso de la aeronave, ingresó a trabajar en la aerolínea en septiembre de 2013, reveló Brice Robin, el fiscal francés.
Lubitz, de 28 años, acumulaba 630 horas de vuelo de experiencia y era, según Robin, perfectamente capaz de pilotar el avión sin ayuda. El joven vivía en Rheinland Pfalz, en el Lander alemán de Renania-Palatinado.
Comenzó su formación en 2008, pero la interrumpió durante unos meses, y se desconoce la razón. El capitán de la aeronave, Patrick S., tenía 10 años de experiencia y más de 6.000 horas de vuelo, la mayor parte en la matriz Lufthansa, a cuya filial de bajo coste se había incorporado en mayo de 2014.
Brice Robin responsabilizó al copiloto de haber estrellado ‘intencionalmente’ el aparato después de quedarse al mando cuando el piloto abandonó la cabina e indicó que estaba vivo y con respiración normal hasta que se produjo la colisión en los Alpes franceses, el pasado martes.
Se descartó por el momento la hipótesis del atentado terrorista. Además, el Gobierno alemán confirmó que el copiloto no tenía antecedentes terroristas.
Según publicó The New York Times, basándose en informaciones de la caja negra rescatada, en la primera parte del vuelo entre Barcelona a Dusseldorf se escuchaba que se desarrollaba una conversación normal entre los pilotos.
El audio indica que a continuación uno de los pilotos salió de la cabina y no pudo volver a entrar. “Se puede escuchar que el piloto está intentando echar abajo la puerta y no había una respuesta”, precisó.
La cabina de un Airbus puede ser bloqueada
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, la Organización de Aviación Civil Internacional estableció que la puerta de las cabinas de los aviones debe ser blindada, con el objetivo de que nadie ajeno a la tripulación pueda entrar en ellas. Tras esta norma, obligatoria para todas las compañías en todos los vuelos, la puerta es controlada por los pilotos con una pequeña palanca que tiene tres posiciones: abierto, normal y bloqueado, explica el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas.