"Construir mayorías, el reto de las fuerzas políticas"

La experta visitó Ecuador para analizar la situación política de Venezuela y el escenario ante una Asamblea Constituyente.

La percepción sobre Venezuela es caótica. Parecería que el presidente Nicolás Maduro perdió el control de la situación. ¿Es así?

Nuestro país es asediado por un bloqueo financiero, de suministros, además de otros hechos que inciden en la situación. La reunión de los mandatarios Juan Manuel Santos y Donald Trump nos preocupa; senadores estadounidenses afirman que –si es necesario- apoyarían a Colombia con fuerzas militares para controlar a Venezuela, ese sería un escenario muy peligroso para un subcontinente de paz, aquello sería el escenario preLibia, preSiria. Si vemos los medios “Venezuela está en guerra”, pero de los 337 municipios estos desórdenes ocurren en 15. La oposición pide la intervención en su propio país (...), pide a la banca internacional y a transnacionales que no negocien con Venezuela ni oro ni diamantes, todo lo que se planificó como estrategia para conseguir recursos y enfrentar la caída de los precios del petróleo, algo que también afectó a Ecuador. En ese escenario, el Presidente Nicolás Maduro sale del escenario de la violencia y llama a la Asamblea Constituyente.

¿Con una oposición violenta hay condiciones para llevar adelante una Asamblea Constituyente?

Hay focos interesados en generar una sensación de ingobernabilidad, pero el Gobierno sigue trabajando: entregando alimentos a través de la organización popular, entregando más de 1.6 millones de viviendas... eso no podría hacerlo un Gobierno que no tiene el control. Entendiendo esa situación, la apuesta del Presidente Maduro es bastante audaz porque tienes que construir mayorías en medio de un conflicto provocado por la oposición, es el gran reto de las fuerzas políticas venezolanas. La Conferencia Episcopal Venezolana recibió el viernes a la Comisión Constituyente, pese a que se había negado al diálogo. El Gobierno le sigue apostando al mismo, en medio de las dificultades. La propuesta de una Asamblea Constituyente da la oportunidad histórica a la oposición de, a través de elecciones directas, secretas y universales, hacerse de la mayoría y, por la vía democrática, sentarnos todas las partes, converger en un modelo de país y tomar la decisión por mayoría.

Unasur, ALBA y Celac son espectadores, mientras Luis Almagro, secretario de la OEA, expresó su voluntad de intervenir. ¿Es necesaria esa intervención?

Hay grietas creadas una vez que (Michel) Temer llegó al poder -por la fuerza- en Brasil y Mauricio Macri en Argentina. Frente al debilitamiento del bloque histórico (Chávez, Lula, Correa, Evo y Cristina). Por eso el triunfo histórico del progresismo en Ecuador (con Lenín Moreno) pone un freno a los afanes injerencistas porque los pueblos terminan por no rendirse. Desde la OEA el papel ha sido el intervencionismo, sin embargo, Almagro no ha logrado acorralar a Venezuela para lograr su suspensión o expulsión. La salida de Venezuela de la OEA conjura la estrategia nacional con el llamado a la Constituyente. Los poderes fácticos en la región no han logrado recuperarse e intentan acomodar su discurso. Supuestamente el presidente Maduro es un dictador, pero el ‘dictador’ llamó al pueblo a una Constituyente poniendo en riesgo no solo su cargo sino a todos los poderes constituidos, si así esa Asamblea lo decidiera, para decidir en paz qué camino queremos.

Hay sectores que piden la renuncia del presidente Maduro:

La renuncia es un acto voluntario, cualquier acto de coacción lo anularía. El presidente ha dicho claramente que no va a renunciar. Venezuela tiene un régimen Presidencialista y si tocas a la cabeza del Gobierno, lo demás irá cediendo. En 2014 la oposición pidió una Constituyente pero no tenían la Asamblea Nacional ni el 15% de las firmas del electorado para activarla... Y al llegar al poder (en la Asamblea) lo que hizo la oposición fue abrirle un juicio político al Presidente sin tener facultad para ello, declararlo en  abandono del cargo y causar caos al Gobierno. Nuestra Constitución no previó ese escenario, es muy tímida, entonces es necesaria una Constituyente para profundizar la protección de la Constitución y  evitar que cualquier sector termine con los principios garantizados en ella. Este escenario (violento) ya lo vivimos en 2014, cinco meses de ataques y se convencieron de que ese no era el camino, ahora vamos a una Constituyente para dialogar en paz, pero hay un sector que no acudirá, empeñado en no querer abandonar el plan golpista. (I)