Clinton supera a Trump con 13 puntos en la carrera electoral

Donald Trump es el virtual candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de noviembre.

Su triunfo en Indiana el martes provocó que los dos únicos rivales que le quedaban al polémico multimillonario se retiren de la carrera electoral. Ted Cruz presentó su renuncia al conocer los resultados de las primarias, mientras que John Kasich lo hizo ayer.

De esta forma el millonario neoyorquino tiene allanado el camino a su proclamación oficial como candidato en la convención nacional del partido republicano, que tendrá lugar en julio en la ciudad de Cleveland, Ohio.

Pero pese a tener prácticamente la candidatura republicana a la presidencia, Trump no tiene asegurada su llegada a la Casa blanca.

Una nueva encuesta de CNN/ORC sobre una hipotética elección general lo coloca muy por detrás de su posible rival en el lado demócrata, Hillary Clinton.

Según el sondeo, Clinton estaría a la cabeza de las preferencias presidenciales nacionales con el 54% de los votos, mientras que el magnate captaría el 41%. Una diferencia de dos dígitos (13 puntos) con la que el magnate tiene que lidiar.

Por otra parte, al interior de su partido también los vientos soplan a favor de Trump. Después de todas las maniobras de la élite conservadora para impedir su nominación, el martes, Reince Priebus, presidente del Comité Nacional Republicano, se rindió a la evidencia y escribió en Twitter: “Donald Trump será presumiblemente el nominado, necesitamos unirnos y centrarnos en derrotar a Hillary Clinton”.

Ahora la exsecretaria de Estado tendrá que desviar ataques más fuertes que nunca por dos frentes: por una parte del demócrata Bernie Sanders, que aún sigue en la contienda demócrata, y por otra del republicano Donald Trump, quien ahora tendrá a todo el ‘establishment’ republicano apoyándolo, aunque sea solo para derrotarla.

De hecho, en su discurso de victoria en la torre que lleva su nombre en Nueva York, Trump aprovechó para hablar de los mineros y de las fábricas de carbón en West Virginia para atacar a la exsecretaria.

“La vi hablando de los mineros como si fueran solo números”, dijo Trump, “y habló de cómo quiere cerrar las minas y no dejarlos trabajar nunca más”.

Clinton había dicho en marzo en un foro de CNN que como presidenta ella iba a “sacar del negocio a muchos mineros de carbón y compañías de carbón”, un comentario con el que quiso reforzar sus intenciones de apoyar fuentes de energía más limpias y del que después dijo haberse arrepentido.

“Vamos a ir tras Hillary Clinton”, añadió Trump. “No será una gran presidenta, no será una buena presidenta, será una pobre presidenta”.

Trump marcó además una nueva fase dentro de su campaña externa, que incluye la búsqueda de un compañero de fórmula que tenga la experiencia política y un esfuerzo por unir al fragmentado Partido Republicano.

“Quiero (como vicepresidente) alguien que tenga de veras talento para relacionarse con el Senado, para interactuar con el Congreso, que pueda hacer votar leyes”, dijo Trump, quien agregó que no tenía ninguna intención de legislar por decreto como el presidente Barack Obama.

Además, en una entrevista para la cadena NBC, el magnate dijo que confía en que puede reunir a gran parte del Partido Republicano. En respuesta a los republicanos que dicen preferir a la demócrata Clinton antes que al millonario neoyorquino, Trump respondió con agudeza: “Esa gente puede irse y quizás, cuando vuelva en ocho años, ya estaremos finalizando el segundo mandato. Honestamente, hay gente que realmente no quiero”.

Sanders luchará hasta el final

Del lado de los demócratas Bernie Sanders tampoco piensa dejársela fácil a la exsecretaria de Estado.

El senador dijo en un comunicado de prensa después de su victoria el martes en Indiana, donde obtuvo 43 delegados, que “la campaña de Clinton piensa que esto se acabó. Están muy equivocados”.

El senador reiteró que aunque tiene una batalla cuesta arriba para llegar a la nominación está “en esta campaña para ganar y vamos a luchar hasta que se entregue el último voto”. (I)