China y la cooperación Sur-Sur

Los dos fondos de asistencia a otros países en desarrollo por $ 5.100 millones anunciados por el presidente chino, Xi Jinping, podrían dar un enorme impulso a la cooperación Sur-Sur y “cambiar el juego” de las relaciones internacionales.

Se trata de un Fondo de Cooperación Sur-Sur sobre el Cambio Climático, dotado con $ 3.100 millones, y otro, con un aporte inicial de $ 2.000 millones, para ayudar a los países en la aplicación del Programa de Desarrollo post 2015.

En una mesa redonda en las Naciones Unidas, el propio Xi describió a la cooperación Sur-Sur como “una iniciativa que se caracteriza por la igualdad, la confianza, el beneficio y la ayuda mutua” en la que todos ganan y que puede contribuir a “un nuevo camino hacia el desarrollo y la prosperidad”.

El anuncio ha contribuido a cambiar la percepción de algunos países desarrollados sobre la cooperación Sur-Sur, como algo demasiado vago e insignificante.

La ayuda china para el clima supera los $ 3.000 millones prometidos -aunque aún no entregados- por Estados Unidos al Fondo Verde para el Clima. Una suma como esta puede facilitar la aplicación de numerosos programas de mitigación y adaptación al cambio climático, así como de desarrollo institucional.

En cuanto al otro fondo, de $ 2.000 millones, tiene como eje las metas de un desarrollo sustentable y el presidente chino mencionó la reducción de la pobreza, la agricultura, la salud y la educación como algunos de los sectores que podría cubrir.

Para poner en práctica estas promesas, el siguiente paso sería establecer la base institucional de los fondos y formular su marco, objetivos y funciones. Se trata de una gran oportunidad para demostrar que la cooperación Sur-Sur puede contribuir tan positivamente como la Norte-Sur. Después de todo, aquella está destinada a complementar a esta y no a sustituirla.

Por supuesto, la ayuda no es la única dimensión de la cooperación Sur-Sur. Los acuerdos regionales, así como los vínculos comerciales y de inversión entre los tres continentes del Sur, han tenido una fuerte expansión en las últimas décadas, como revela la reciente creación del Banco Brics, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y el programa chino ‘Cinturón económico de la Ruta de la Seda’.

La cooperación Sur-Sur reviste una gran importancia simbólica y práctica, ya que tiende a ayudar a los países y a las personas más vulnerables afectados por la actual crisis climática y de biodiversidad. (O)