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En Colombia se discute una reforma para suprimir la elección libre
Chile estudia el regreso del voto obligatorio (Infografía)
Hasta las elecciones de alcalde de 2012, Chile tenía un alto nivel de participación en todos sus comicios (municipales, legislativos y presidenciales), incluso superior al 80%. Esto, gracias al voto obligatorio de las personas que se inscribían voluntariamente en los registros electorales a partir de los 18 años. Es decir, antes la inscripción era voluntaria, pero una vez que se hacía ese trámite era obligatorio concurrir a las urnas.
Pero después de que se modificó este sistema, para pasar al voto voluntario, bajó drásticamente el nivel de participación electoral. En los comicios municipales de 2012 la asistencia solo fue de 43%, mientras que en la segunda vuelta de diciembre de 2013, en la que Michelle Bachelet ganó con el 62%, se registró un 41,9% de participación. En ese momento surgieron voces críticas al sistema, ya que si bien la presidenta se impuso por un amplio porcentaje, el alto nivel de abstención era alarmante.
En medio del proceso de reformas estructurales, impulsadas por el gobierno de Bachelet, ha vuelto a surgir la idea de reponer el voto obligatorio. La propuesta fue presentada por la Democracia Cristiana, que forma parte de la alianza oficialista Nueva Mayoría, y ha encontrado eco al interior del Partido Comunista, que también es parte del gobierno.
Por ahora el tema está en estudio y ha tomado fuerza tras la aprobación del fin del sistema binominal y la transición hacia un sistema proporcional de elecciones. Tanto en la Nueva Mayoría como en la oposición hay disposición de que se discuta la idea de reponer el voto obligatorio. “En el nuevo contexto político, Chile tiene que evaluar el voto obligatorio”, manifestó recientemente Ximena Rincón, una de las máximas dirigentes democratacristianas y actual ministra secretaria de la presidenta.
De todos modos, el desafío es grande y no solo tiene que ver con un eventual cambio en la Constitución y en la Ley de Inscripción automática, sino que también en la modificación del antiguo sistema.
Antes con el voto obligatorio, concurría un mayor número de votantes a las urnas, pero había un nivel alto -especialmente de los jóvenes- que simplemente decidían no inscribirse en los registros electorales, por lo tanto no votaban. En 2009, cuando fue electo Sebastián Piñera, sufragó un 86,9%, pero en esa época había un alto porcentaje de chilenos no inscrito en los padrones electorales.
A la idea de volver al voto obligatorio también se sumó el expresidente Eduardo Frei (1994-2000). “Es razonable decir que si uno demanda ciertas condiciones en la salud, la educación, en la calidad de vida, la vivienda, y si uno demanda ciertas prerrogativas de libertad, de derecho, lo lógico es que a lo menos vaya una vez cada cuatro años a votar para elegir a sus autoridades”, señaló Frei, de la DC.
Voto voluntario en A. Latina
Actualmente, solo 3 países de Sudamérica tienen voto voluntario: Chile, Venezuela y Colombia. Sin embargo, en el corto plazo Venezuela podría convertirse en la única nación de la región con este sistema, ya que en Colombia también se discute una reforma para reponer el voto obligatorio debido al alto nivel de abstención en las últimas elecciones.
En los comicios en los que el presidente Juan Manuel Santos obtuvo su reelección, solo el 47,9% emitió su sufragio. En contraste, en las elecciones de octubre en Bolivia, en las que fue reelecto Evo Morales, concurrió a votar el 88%, mientras que en el proceso electoral de febrero de 2013, que marcó un nuevo triunfo para el presidente Rafael Correa, asistió un 81%.
A su vez, en la segunda vuelta en Brasil el 26 de octubre pasado –en la que se impuso Dilma Rousseff- hubo una abstención de 21%. La misma tendencia se dio en las dos elecciones en las que fue electo Luiz Inácio Lula da Silva. En 2002 hubo un 80% de participación y en 2006 un 83%. En el caso de Perú, cuando ganó Ollanta Humala en 2011 la concurrencia fue de 82,5%. Al mismo tiempo, en Argentina, en los comicios de 2011, en los que Cristina Fernández fue reelecta, hubo un 79% de participación.
Datos
Obligación en el exterior. Uno de los inconvenientes para reponer el voto obligatorio es cómo disponer de un sistema de sanciones al ciudadano que vive en el extranjero y no vota. Algunos consideran que el nuevo sistema simplemente no debe implicar sanciones.
Derecho irrenunciable. Para reponer la obligatoriedad se propone la desafiliación voluntaria de los registros electorales. Algunos creen que el voto (derecho universal inalienable) no es renunciable. Y la desafiliación puede ser interpretada como una renuncia a ese derecho. Según datos oficiales, solo el 20% de los jóvenes está inscrito en el padrón electoral.
Medida impopular. Otro factor que complica es la opinión ciudadana a favor de la voluntariedad. Si a eso se le suma la posibilidad de que el ciudadano sea sancionado si no vota podría acentuarse la eventual impopularidad de una reforma que repone la obligatoriedad.