Ecuador debe “cabildear” para convencer a los integrantes de la Unión Europea de que acepten la solicitud de visa Schengen. Así lo afirmó el embajador de España en Ecuador y reconoció que el equipo debe conformarse por el Gobierno, parlamentarios andinos e integrantes de la Asamblea.

Julian Assange se pronunció a favor de la independencia de Cataluña. ¿Su país reclamó a Ecuador?

Esas manifestaciones fueron muy desafortunadas. Hablamos en su momento con la Cancillería y la respuesta de ellos fue muy satisfactoria y de ayuda.

¿Qué propuso España?

Dejemos eso en la discreción diplomática, lo que sí diré es que hablamos con la Cancillería y su respuesta fue de ayuda.

¿Está perdiendo apoyo el proceso de independencia?

Pienso que ha tenido un gran descrédito internacional y al interior de la sociedad catalana porque han pretendido dividir a la sociedad catalana. Los datos de los resultados electorales demuestran que cada vez tienen menos apoyo.

¿Quién está detrás de la intentona de independencia?

Son tres partidos: Partido Demócrata Europeo Catalán, que es un partido que ha tenido problemas de corrupción interna; Esquerra Republicana de Catalunya, uno de izquierda y la Candidatura de Unidad Popular. Últimamente están divididos y eso ha provocado que pierdan varias votaciones en el Parlamento catalán. El independentismo está fragmentado.

¿España puede negociar con los 13 políticos catalanes procesados a causa de la consulta popular de 2017?

No es posible negociar con un referéndum porque hay hechos presuntamente delictivos ocurridos. Esos no están en manos del Gobierno sino de la justicia. La Constitución española señala que el referéndum solo lo convoca el Gobierno español. Eso no impide que el presidente Pedro Sánchez promueva el diálogo y la reconciliación, algo distinto a negociar un referéndum.

¿Sobreviviría Cataluña como un Estado independiente y fuera de la Unión Europea?

No logrará la independencia porque de los casi 200 Estados de Naciones Unidas, ni uno solo lo apoya. En el caso de que hubiera una Cataluña independiente, estaría automáticamente afuera de la Unión Europea, pero eso no va a pasar. Estarían expuestos económicamente, políticamente y en seguridad.

¿Afectó económicamente al Gobierno español?

Más que al Gobierno, afectó a los propios trabajadores y entre ellos, a los 480.000 ecuatorianos que viven en España. En Cataluña son cerca de 120.000. Es una grave responsabilidad hacer peligrar estos puestos de trabajo por un proyecto político como la secesión.

Los que promueven la independencia aseguran que en España existen presos políticos. ¿Es verdad?

En España no hay presos políticos, porque es un Estado democrático, de derecha y con todas las libertades garantizadas. Lo que hay son políticos presos porque han delinquido. En el caso de los independentistas, han sido acusados en cuatro delitos y esa no es decisión del Gobierno sino de los jueces del Tribunal Supremo.

También denuncian que hay represión por parte del Estado.

No hay represión del Estado, lo que hay es un Estado de derecho que funciona.

En otro tema, ¿cómo marchan las relaciones entre España y Ecuador?

Son muy buenas, positivas, completas y excelentes. Hemos tenido excelentes relaciones políticas, con los viajes del presidente Lenín Moreno a Madrid. Estamos trabajando en más viajes y visitas. En el plano económico-comercial, son muy buenas. En 2016, las relaciones bilaterales ascendieron a $ 833 millones y este año ya es de $ 1.345 millones. Eso, principalmente por el acuerdo multipartes de la Unión Europea, que entró en vigencia en enero de 2017.

¿Se eliminará la visa Schengen?

Sí, se puede dar. España, en enero de 2018, pidió la exención del visado y que se inicie el procedimiento para Ecuador. También hay apoyo de Hungría. 

¿Qué procedimiento es?

Es el procedimiento del Reglamento 539 de 2001 de la Unión Europea, que tiene dos anexos: países con visados y países sin visados. Lo que se trata es pasar a Ecuador a la lista de países sin visados. Estamos hablando de visados de corta duración, de máximo 90 días, de índole turística. Con ella se puede conocer toda España y toda Europa. Eso se logrará con la reforma al reglamento, con mayoría calificada. Es decir, votan todos los países de la Unión Europea. Eso se hacía todos los años en octubre.

¿Sigue el cronograma?

No, cada vez se ha ido prolongando más. En vez de hacerse anualmente se hace cada año y medio o dos. La crisis migratoria hace que haya poco apetito para levantar visados.

¿Qué tiempo llevará?

Nuestra experiencia indica que no será una cuestión de meses, será de más tiempo. Tomará al menos dos años y son muy importantes dos cosas: que Ecuador haga los informes correspondientes para convencer con aquellos Estados que no quieren. Aunque ya hubo una delegación que hizo visitas a la Comisión de la Unión Europea, en Bruselas.

¿Es un equipo negociador que deberá convencer a los Estados?

El equipo debe conformarse por el Gobierno, parlamentarios andinos y la Asamblea. Ya lo hizo una vez, pero debe repetirse. Deben ver qué países no están convencidos y hablar con ellos. Conversar con la Comisión Europea, que es la que lleva el procedimiento; y con los parlamentarios europeos.

Conviene hacer visitas, dejar documentos arriba de la mesa donde se indique que Ecuador está bien en temas de seguridad, migración (…). Otro punto es la reciprocidad porque la Unión Europea, para levantar la exigencia del visado, pedirá una serie de compromisos y esos pueden ser, por ejemplo, que las personas que viajen respeten los 90 días, casos de retornos (…). Es cuestión de tiempo y trabajo. (I)