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Fue elegida diputada con el 43,6% de apoyo por el distrito de la florida, uno de los barrios más populares de santiago
Camila Vallejo asume nuevo rol político
Dice que compatibilizar sus labores al cuidado de su hija recién nacida en Santiago con su trabajo como diputada en el Congreso en Valparaíso ha sido una tarea para nada fácil. Pero Camila Vallejo (foto), la popular y mediática dirigente estudiantil chilena, de 26 años, sonríe y asegura, con firmeza, que “las mujeres podemos avanzar solas”.
La joven diputada comunista chilena acaba de cumplir un año en el Legislativo y a partir del miércoles deberá asumir un desafío no menor: desde ahora será la presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
“Nos creemos un país desarrollado porque tenemos un alto PIB per cápita ($ 20 mil), pero no se ve que mejore la calidad de vida de la mayoría de la gente”, plantea Vallejo, en una entrevista publicada el fin de semana por el diario La Tercera de Chile. Camila forma parte de la bancada del Partido Comunista en la Cámara de Diputados, compuesta por seis congresistas (de un total de 120). Además, el PC integra la alianza oficialista Nueva Mayoría.
Camila Vallejo está lejos de ser la líder estudiantil de antes, cuya imagen cautivó a parte importante de la prensa internacional, en medio de las marchas universitarias de 2011.
Entonces Vallejo era presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) y no dejó a nadie indiferente, tanto por sus ideas que defiende con vehemencia, como por su atractivo físico.
Desde entonces la vida de Vallejo ha dado un importante giro. Durante la campaña presidencial de 2013 dijo que por ningún motivo haría campaña por Michelle Bachelet, pero luego debió seguir las instrucciones de su partido e incorporarse a la Nueva Mayoría. Así fue electa diputada con el 43,6% por el distrito de La Florida, uno de los barrios más populares de Santiago.
En el Congreso, Camila Vallejo se transformó en una de las voces más importantes cuando se discutió la reforma educacional, aunque el discurso que mantuvo en su época de dirigente estudiantil debió cambiarlo por una posición más pragmática y moderada, dado que su partido es parte de la alianza de la presidenta Michelle Bachelet.
De esta manera, Vallejo comenzó a pasar un poco más desapercibida y a ocupar muchos menos titulares, en contraste con su pasado.
De todos modos, desde que llegó a la Cámara Baja se hizo notar. Muy comentado entre los chilenos fue cuando apareció en pleno Congreso con su primera hija, Adela.
“No podía hacer otra cosa. Tenía que darle pecho y no quería irme a la casa porque sentía que de esa manera podía compatibilizarlo. Había gente que decía “qué bueno que lleva a su hija a su trabajo”. Otra decía que solo lo podía hacer porque era parlamentaria, y me preguntaba cómo no me daba vergüenza’”, cuenta Vallejo.
Camila ha dicho que mientras ella trabaja en Valparaíso, el principal puerto de Chile y sede del Congreso, a su hija la cuidan su madre y su suegra. Y que aquello representa ciertas dificultades, pero que ha tratado de encontrar el equilibrio.
A partir de ahora sus labores serán aún más complejas, ya que será la titular de la Comisión de Educación, donde se discutirán todos los aspectos pendientes de la reforma educacional, como la carrera docente, por ejemplo.
Tras el receso parlamentario de febrero, marzo ha estado muy movido para Vallejo, quien participó en el foro internacional “Emancipación e Igualdad”, que se realizó la semana pasada en Buenos Aires.