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Cameron reclama reformas para una Gran Bretaña dentro de Unión Europea
El primer ministro británico, el conservador David Cameron, anunció este martes los cuatro puntos principales para una reformada membresía del Reino Unido en la Unión Europea (UE), al aclarar que el país enfrentará una “enorme decisión” en el referendum sobre el tema prometido para finales de 2017.
Cameron anunció las demandas de su gobierno a Bruselas en una carta formal enviada al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Los cuatro puntos claves para renegociar la membresía británica en la UE son: proteger el mercado único para Gran Bretaña y otros países que no pertenecen a la eurozona; impulsar la competitividad estableciendo medidas para la reducción de burocracia; exceptuar a Gran Bretaña de una ‘mayor unión’ reforzando los parlamentos nacionales; y restringir subsidios como alivios fiscales a migrantes de la UE.
Cameron dijo que las cuatro demandas “reflejan lo que el pueblo británico quiere” y agregó que serán “buenas tanto para el Reino Unido como para la Unión Europea”.
“Es una misión posible y requerirá de mucho trabajo duro para conseguirlo”, continuó.
El punto más contencioso con Bruselas es persuadir a la UE a aceptar restricciones para subsidios a inmigrantes comunitarios, que Cameron considera “es vital para reducir los altos niveles de inmigración” al país.
“Entiendo cuán difíciles son estos temas de subsidios públicos para algunos Estados miembro, y estoy abierto a diferentes soluciones para lidiar con este asunto. Pero tenemos que lograr cumplir con la promesa de nuestro manifiesto conservador para busca controlar los niveles de migración de la UE”, aclaró.
Cameron indicó además que el 40% de los migrantes provenientes del bloque comunitario recibieron en promedio 6.000 libras esterlinas (9000 dólares) al año en subsidios laborales.
En la misiva, el mandatario británico dijo que quiere “combatir los abusos al libre movimiento de personas” dentro de la UE, incluyendo prohibir el ingreso de personas que cometieron fraude, organizaron “matrimonios arreglados" para obtener visas, además de contar con poderes más estrictos para deportar a delincuentes extranjeros.
“Las personas que vengan al Reino Unido deben vivir y contribuir durante cuatro años antes de poder calificar para subsidios de trabajo o vivienda”, explicó Cameron en la carta.
La Comisión Europea le respondió al Primer Ministro británico sobre la propuesta de restringir subsidios a inmigrantes, al considerar que dicha medida es “muy problemática, ya que afecta libertades fundamentales de nuestro mercado interno”.
“En caso de emplearse generaría una discriminación abierta entre ciudadanos de la UE”, explicó.
De todos modos, la Comisión dijo que la carta es el “paso inicial” para negociaciones, aclarando que trabajará con Cameron “en un acuerdo justo para Gran Bretaña, que también sea justo para todos los restantes Estados miembro”.
El jefe del Partido Conservador británico está a favor de que el Reino Unido permanezca dentro de la UE, pero sólo si el bloque comunitario se reforma, y no descartó una salida en caso de no conseguir las modificaciones que busca.
“El pueblo británico decidirá. En el momento del referendo, la población tendrá el destino del país en sus manos. Será una decisión enorme- tal vez la más grande que hagamos en nuestras vidas. Y será una decisión final”, advirtió Cameron en relación al voto previsto para dentro de dos años.
Según el mandatario, la carta enviada al Consejo Europeo “proveerá de una base clara” para alcanzarse un acuerdo legalmente vinculante e irreversible “que tenga injerencia en tratados”.
Si se logra el acuerdo en los cuatro objetivos propuestos, Cameron le dijo a Tusk: “Estoy dispuesto a hacer campaña con todo mi corazón y alma para mantener a Gran Bretaña dentro de una Unión Europea reformada”.
Por su parte, el ministro de Hacienda en la oposición, el laborista John McDonnell, desestimó la posición de Cameron sobre la UE “como pura bravuconería”, destinada a calmar a algunos parlamentarios conservadores euroescépticos.
McDonnell dijo que la posición del Laborismo es que Gran Bretaña debería permanecer dentro de la UE “y negociar nuestra agenda de reforma como miembros de ese club”.
El jefe del eurofóbico Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, consideró que Cameron “no busca ninguna renegociación sustancial”, ya que no pidió “por la supremacía del Parlamento británico, ni por el fin del libre movimiento de personas, ni por la reducción de la enorme contribución financiera del Reino Unido al presupuesto de la UE”.
Sin embargo, Will Straw, director del grupo pro-europeo Britain Stronger in Europe (Gran Bretaña mejor en Europa), afirmó que el Primer Ministro “estableció una serie de reformas sólidas y sensatas para mejorar la relación británica con Europa”.
“Está claro que aquellos que hacen campaña por una salida del bloque están perdiendo su argumento”, consideró.
Esta semana, la poderosa Cámara de la Industria británica indicó que no tiene “vínculo emocional alguno” que le impida apoyar la salida de Gran Bretaña de la UE “si las renegociaciones de membresía terminan fallando”.
Lo cierto es que en junio pasado, un sondeo de la consultora Ipsos MORI para el vespertino londinense Evening Standard concluyó que el 66% de los británicos votarían a favor de la permanencia en la UE, frente apenas el 22% favorables a la salida.
El apoyo al "sí" a la UE (dos de cada tres votantes) es el más alto registrado en el Reino Unido desde 1991, en la antesala del Tratado de Maastricht. (I)