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El déficit fiscal se ha reducido de $ 230.000 millones a $ 137.000 millones
Cameron planea ajustes por $ 35.000 millones
Gran Bretaña enfrenta una oleada de ajustes presupuestarios “extremos” y “catastróficos” si los conservadores de derecha, bajo el mando del primer ministro británico David Cameron, logran obtener una victoria por mayoría en las elecciones generales del próximo 7 de mayo.
Esa fue la advertencia del opositor Partido Laborista, que indicó que los recortes al presupuesto estatal “no tendrán precedentes” superando 70.000 millones de libras esterlinas ($ 105.000 millones).
El ministro de Economía en la sombra, el laborista Ed Balls, consideró que en caso de que Cameron gane los comicios de mayo, un gobierno conservador reducirá la financiación para los sectores como la seguridad y los servicios sociales.
Advirtió que los planes conservadores llevarán a que Gran Bretaña cuente con la menor fuerza policial desde los años 70.
“Los recortes que ya han implementado los conservadores han sido los más profundos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)”, afirmó el “Chancellor” del Tesoro en la oposición.
Balls hizo las declaraciones semanas antes de que el ministro de Economía, el conservador George Osborne, presente ante el Parlamento británico el presupuesto anual, que se espera incluirá más ajustes para bajar el déficit fiscal del país.
Ese será el último presupuesto antes de los comicios generales, donde los conservadores -que actualmente comparten el gobierno de coalición con los liberales democráticos- buscan ser reelegidos para un nuevo mandato de 4 años.
Luego de las declaraciones de Balls, un portavoz del Partido Conservador afirmó que mientras que los laboristas “quieren seguir endeudando al país, generando un caos financiero”, los “tories” seguirán con su plan económico a largo plazo “para crear estabilidad y competitividad, reduciendo el déficit y aumentando la fuente de empleo con el fin de ayudar a la recuperación financiera”.
Para Cameron, que prometió proteger el presupuesto de salud, un gobierno laborista “llevará a más endeudamiento público y a una suba de impuestos”.
Bajo el gobierno conservador, que asumió en 2010, se logró reducir el déficit fiscal, el desfase entre ingresos y gastos, del 10,2% del PIB británico al 5%, aproximadamente la mitad.
Cameron confirmó que se ha pasado de 153.000 a 91.000 millones de libras (de 230.000 a 137.000 millones de dólares) y espera que este diferencial siga reduciéndose a lo largo de los próximos años, bajando a un punto de equilibrio en el ejercicio fiscal de 2018-2019.
Un informe del influyente “think-tank” Instituto de Estudios Fiscales (IFS, en sus siglas en inglés) concluyó recientemente que la diferencia entre los conservadores y laboristas para reducir el déficit fiscal en Gran Bretaña “es enorme”.
Los conservadores planean reestructurar el presupuesto público para lograr ahorros de los 23.000 millones de libras ($ 35.000 millones) para 2020, mientras que el laborismo busca limitar al máximo los recortes, manteniendo el gasto público para preservar puestos de trabajo, especialmente en el sector estatal.
Paul Johnson, portavoz del IFS, sostuvo que las diferencias entre los planes de los dos principales partidos políticos de Gran Bretaña son entre “25.000 y 30.000 millones de libras” y agregó que los ajustes y recortes presupuestarios serán “mucho más significativos” bajo los “tories”.
“Por supuesto que del otro lado habrá más deuda y más déficit bajo un gobierno laborista, no por mucha más cantidad, teniendo en cuenta la escala de la deuda total, pero habrá diferencias”, subrayó.
Por su parte, los liberales democráticos anunciaron que planean hacer de Gran Bretaña la mayor economía europea para 2035 en caso de ganar los comicios de mayo.
La estrategia económica de los “lib-dems” incluye una serie de aumentos de impuestos con recortes presupuestarios acotados.
El jefe de esa agrupación, Nick Clegg, que hizo el anuncio acompañado por el ministro de Negocios, Vince Cable, sostuvo que la recuperación económica en el Reino Unido “no hubiera pasado sin los liberales democráticos”.
Lo cierto es que según los últimos sondeos de opinión, el Partido Laborista de Ed Miliband ha adelantado en un punto al gobernante Conservador de Cameron, alcanzando el 35% de intención de voto, aunque el mandatario continúa siendo el líder político mejor valorado.
En caso de repetirse esos resultados en los comicios del 7 de mayo, los laboristas obtendrían una mayoría absoluta, al aumentar dos puntos respecto a la intención de voto de la semana pasada, mientras que el Partido Conservador obtendría el 34%.
En tercer lugar, con el 14%, quedaría el xenófobo y anti-europeo Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), delante de los liberales democráticos y los Verdes, con el 6% para cada uno.