Ecuador, 29 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Punto de vista

Bernie Sanders o la utopía de una alternativa socialista

Bernie Sanders o la utopía  de una alternativa socialista
22 de febrero de 2016 - 00:00 - Maximiliano Pedranzini. Ensayista argentino

En un capítulo de la serie animada ‘Los Simpson’, en el Especial de Halloween N° 7, los alienígenas se apoderan de los cuerpos del entonces presidente Bill Clinton y el exsenador republicano Bob Dole, ambos candidatos en las elecciones presidenciales de 1996. Cuando Homero Simpson pone al descubierto sus verdaderas identidades frente al público allí presente, uno de ellos dice: “Cierto, somos extraterrestres y ¿qué van a hacer eh? El sistema es bipartidista, deben votar por uno de nosotros.” En medio de la conmoción, un ciudadano replica: “Pues podemos votar por un tercer candidato”. “¡Adelante! ¡Echen su voto a la basura!”, contesta en tono de burla el otro extraterrestre.

Desde la peculiar mirada que nos ofrecen ‘Los Simpson’, podemos observar cómo el sistema electoral de EE.UU. está claramente determinado por el bipartidismo, en el que dos fuerzas políticas hegemónicas se dirimen la conducción de la nación más poderosa del planeta y, paradójicamente, se están cumpliendo 20 años de ese notable episodio.

Sin embargo, esta lógica parece romperse en estas internas para definir a los candidatos que competirán en las elecciones presidenciales de 2016 con la participación del senador por Vermont, Bernie Sanders, un político de corte socialista que penetró en la hermética estructura político-electoral del bipartidismo desde su posición como “independiente”.

El hábitat natural -por decirlo de alguna manera- para participar activamente de la contienda electoral fue el Partido Demócrata, más cercano a sus ideas, aunque este tiene una postura más radicalizada que el resto de los que integran el partido, y sabe como viejo lobo de mar de la política que los demócratas vernáculos poco tienen de progresistas y antisistema. La siguiente declaración dicha semanas atrás en el contexto de la campaña demócrata señala esta perspectiva: “No conozco a ningún progresista que haya aceptado $ 15 millones de Wall Street. Eso no es ser progresista. La votación clave de política exterior en la historia moderna de Estados Unidos fue la de la guerra de Irak. La comunidad progresista se mantuvo muy unida al decir que no escucharan a Bush, que no iniciaran una guerra. La secretaria Clinton votó para ir a la guerra”. Una frase categórica que ha encendido la interna y que marca la naturaleza del debate de cara a estas primarias.

En el caso de ser elegido presidente (algo que parece más utopía que un hecho por concretarse), el complejo militar-industrial y el lobby del poder financiero le van a impedir hacer cambios estructurales en el país y redireccionar el curso de la política exterior, abiertamente belicista. EE.UU. no va a rifar el negocio de la producción armamentística a escala global por un político con ínfulas socialistas.

Pero es una alternativa que desde la realidad objetiva y la crítica no debemos desdibujar como posibilidad latente de generar un cambio en el corazón mismo del imperio. La liturgia de la colonización, EE.UU. la práctica primero con su pueblo y contra ese monstruo tendrá que luchar Sanders, que es más terrible que el complejo militar-industrial o las megacorporaciones. Si es que en verdad se lo propone. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media