El convoy de 10 camiones de ayuda humanitaria para los sectores venezolanos más afectados por la escasez llegó  el jueves en medio de vítores y lágrimas de alegría al centro de acopio de Cúcuta, en Colombia. Pero se quedó esperando cruzar el puente binacional Tienditas para llevar el cargamento a Venezuela.

Escoltados por la Policía colombiana, los dos primeros camiones con contenedores de la empresa colombiana Coltanques, encabezaron la caravana seguida por furgones más pequeños.

Según la capacidad de carga de los 10 camiones, el primer cargamento llevaría más de 100 toneladas de alimentos, medicinas e insumos para los hospitales de Venezuela. La mayor parte proveniente de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), que primero arribó por avión a Bogotá y luego fue transportada por rutas a la ciudad fronteriza de Cúcuta, ubicada al norte de Santander.

Pero la carga no pudo continuar el camino hacia territorio venezolano porque el presidente Nicolás Maduro bloqueó el puente Tienditas con un camión cisterna y dos contenedores. Además, colocó alambre de púas para impedir el paso de la ayuda humanitaria.

Maduro alega que “los venezolanos no son mendigos para recibir limosna”. Niega que la crisis humanitaria exista. Pero lo que teme es que la ayuda se convierta en un “caballo de Troya” y traiga una intervención militar por parte de EE.UU.

El jefe del Parlamento, Juan Guaidó, que se autoproclamó presidente interino, anunció la conformación de una “coalición mundial por la ayuda humanitaria”.

Guaidó afirma que la vida de 300.000 personas depende de la entrada de medicamentos y alimentos a territorio venezolano.

Además, hay enfermos con afecciones crónicas que no  acceden a sus tratamientos, según organizaciones no gubernamentales críticas del gobierno de Maduro.

La crisis económica hizo que más de 2,3 millones de venezolanos abandonaran su país desde 2015, según información de la ONU. (I)