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Los Grupos armados cometieron abusos en al menos 35 países

Amnistía Internacional denuncia que 2014 fue un “año violento” en América Latina

Familiares y amigos de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa participan en una vigilia en Mérida, México. Foto: info7.mx
Familiares y amigos de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa participan en una vigilia en Mérida, México. Foto: info7.mx
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“El pasado año la inseguridad y los conflictos crecieron en el continente americano. Estallaron protestas en varios países, entre ellos Venezuela, Brasil, México y Estados Unidos, que a menudo fueron violentamente reprimidas por fuerzas del Estado. También fuimos testigos del trágico aumento de la violencia de redes criminales que actuaban con total impunidad”.

Esa fue la conclusión de Amnistía Internacional (AI) en su informe anual presentado en Londres.

Érika Guevara Rosas, directora del Programa de AI para América, agregó que desde los estudiantes de magisterio desaparecidos en México, pasando por las revelaciones sobre la tortura a manos de agentes de la CIA en Estados Unidos, o los disparos de la Policía brasileña contra manifestantes, “2014 fue un año vergonzoso en América Latina”.

Amnistía prevé que sin cambios estructurales que pongan en práctica leyes y políticas y sin un compromiso serio de los Estados de acabar con las violaciones de derechos humanos, “con toda probabilidad, América experimentará un incremento en el número de manifestaciones y protestas, salvo que los gobiernos pongan coto a la impunidad y la corrupción, y respondan de forma adecuada a las demandas económicas y sociales de la gente”.

También advirtió que las redes criminales “seguirán deshumanizando a la población civil y utilizándola como carne de cañón en su pelea por ganar poder y controlar el narcotráfico”.

Informó que es probable “que el crimen organizado y la violencia continúen devastando países como México, El Salvador y el Caribe de habla inglesa”.

Aun con todo, la ONG británica dijo que hay “cierta esperanza” de que el panorama en la región sea más positivo.

“La voz de los defensores y defensoras de los derechos humanos en América seguirá sonando cada vez con más fuerza en sus campañas por los derechos de las personas más vulnerables a los abusos, como son las mujeres y las niñas, los pueblos indígenas y las comunidades rurales y afrodescendientes. Seguirán exigiendo rendición de cuentas a los gobiernos y haciendo correr la voz gracias a las nuevas tecnologías y las redes sociales y en favor de formas de organización sofisticadas”, agregó.

Con respecto a los grupos armados, Amnistía dijo que suscita especial preocupación el aumento del poder de los grupos armados no estatales, entre ellos el grupo autodenominado Estado Islámico.

Los grupos armados cometieron abusos en al menos 35 países en 2014, más de uno de cada cinco países investigados por AI.

“A medida que la influencia de grupos como Boko Haram, Estado Islámico y Al Shabaab traspase las fronteras nacionales, cada vez más civiles se verán obligados a vivir bajo su control, similar al de un Estado, sometidos a abusos, persecución y discriminación”, declaró Anna Neistat, directora general de Investigación de AI.

“Los gobiernos deben dejar de fingir que la protección de civiles no está a su alcance, y ayudar a reducir el sufrimiento de millones de personas. Los dirigentes mundiales deben asumir un cambio fundamental en su manera de responder a las crisis en todo el mundo”, continuó.

El informe anual se refirió también al comercio de armas y dijo que el sangriento legado del ingente flujo de armas a países donde Estados y grupos armados las utilizan para cometer graves abusos “se cobró decenas de miles de vidas de civiles en 2014”.

Amnistía pidió a todos los Estados -incluidos Estados Unidos, China, Canadá, India, Israel y Rusia- que ratifiquen o se adhieran al Tratado sobre el Comercio de Armas, que entró en vigor en 2014 después de decenios de campaña de Amnistía Internacional y otras instituciones.

“Desde Baga hasta Bagdad, los dirigentes gubernamentales han intentado justificar las violaciones de derechos humanos hablando de la necesidad de que el mundo siga siendo ‘seguro’”, subrayó el secretario general de AI, Salil Shetty.

“Observamos indicios preocupantes de que los dirigentes seguirán reprimiendo con dureza las protestas, introduciendo leyes antiterroristas draconianas y usando técnicas de vigilancia masiva injustificada para responder a las amenazas para la seguridad. Pero las reacciones impulsivas no funcionan. Por el contrario, crean un entorno de represión en el que puede ganar terreno el extremismo”, indicó el directivo.

Según Shetty, “los dirigentes tienen en sus manos la posibilidad de aliviar el sufrimiento de millones de personas, asignando recursos políticas y económicos a la ayuda y protección de quienes huyen del peligro, prestando ayuda humanitaria con generosidad y reasentando a los más vulnerables”.

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