El ex presidente colombiano  Álvaro Uribe (período 2002-2010) comenzó ayer a defenderse ante una comisión de la Cámara de Representantes, encargada de investigar sobre su eventual responsabilidad en un escándalo de escuchas ilegales y acoso a opositores y magistrados.

La declaración del ex mandatario se enmarca en el escándalo desatado por escuchas y seguimientos ilegales por parte del servicio de inteligencia DAS a magistrados de la Corte Suprema de Justicia que indagaban sobre vínculos entre paramilitares de ultraderecha y dirigentes  de la coalición de gobierno, según la Fiscalía.

Esta defensa se realiza a pedido del mismo ex mandatario, quien considera que se le acusa injustamente, en la prensa, de estar implicado en las maniobras ilegales, que ya han llevado a la detención preventiva de uno de sus colaboradores más cercanos, el ex secretario de la Presidencia Bernardo Moreno.

Durante su declaración voluntaria, el ex jefe de Estado insistió  que en vez de perseguir a la justicia, como se le ha recriminado, en su Administración todo lo que se propuso fue apoyarla y recordó el aumento del 52% del presupuesto para la rama judicial que impulsó. 

El ex gobernante reiteró su acusación de injerencia indebida en su país por parte del mandatario  Hugo Chávez, al apoyar con dinero algunas actividades de la  ex congresista   Piedad Córdoba. AFP