Activista argentina Milagro Sala vuelve al arresto domiciliario
La lideresa social argentina Milagro Sala volvió este viernes al arresto domiciliario por un dictamen de un juez tras la intervención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque la defensa denuncia incumplimiento por parte del Estado argentino.
El juez de la provincia de Jujuy Pablo Pullen Llermanos dispuso el arresto domiciliario de la dirigente indigenista y diputada del Mercosur, al vencerse este viernes el plazo para resolver sobre un dictamen de la Corte Suprema de Justicia.
El pasado 6 de diciembre la Corte Suprema de Justicia de la Nación estableció que el Estado debe sustituir la prisión preventiva de Sala “por la medida alternativa de arresto domiciliario, que deberá realizarse en su residencia o lugar donde habitualmente vive”.
Pese a lo determinado por el máximo Tribunal, el juez decidió que el traslado de la líder de Tupac Amaru será hacia El Carmen, donde permaneció hasta el pasado septiembre bajo medida cautelar, a pesar de que no es su domicilio particular y se encuentra en malas condiciones. Allí estará custodiada por la gendarmería (policía militarizada), con obligación de llevar una tobillera electrónica y restricciones en las visitas.
Ante la decisión del juez, la defensa de Sala denunció que el Estado argentino incumple con lo ordenado por la Corte internacional, debido a que las medidas de seguridad (monitoreo electrónico y restricción de visitas) “desobedecen” las resoluciones del CIDH y de la Corte Suprema argentina.
La CIDH, Amnistía Internacional, un comité de expertos de Naciones Unidas y organismos defensores de los derechos humanos han reclamado su liberación al considerar arbitrario su arresto, decidido por la justicia provincial de Jujuy, donde está enfrentada con el gobernador local, Gerardo Morales.
En detención desde enero de 2016, Sala enfrenta causas judiciales del oficialismo por supuestas amenazas y presunta malversación de fondos que recibió su organización Túpac Amaru para la construcción de viviendas sociales durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015).
El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, ha sostenido que Sala es una presa política. (I)
