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A dos meses de la muerte del fiscal Nisman su deceso sigue siendo un misterio
Uno de los fiscales que organizó el 18 de febrero pasado la “marcha de silencio” en honor a Alberto Nisman a un mes de su misteriosa muerte y que tuvo un fuerte tinte opositor, será el encargado de intervenir en la apelación de la causa contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por presunto “encubrimiento” a los iraníes acusados del atentado a la mutual judía AMIA que en 1994 causó 85 muertos.
Este martes la Cámara Federal rechazó la recusación contra el fiscal Germán Moldes, que entiende en la causa y que había sido presentada por los abogados del diputado y jefe del ala juvenil “kirchnerista” La Cámpora Andrés Larroque y del presunto espía Ramón Bogado, dos de los acusados por Nisman.
Larroque y Bogado fueron imputados en la causa por el fiscal, antes de su muerte, junto a la mandataria y a su canciller, Héctor Timernan, entre otros Moldes deberá “sustentar” o “desistir” de la denuncia hecha por Nisman y retomada por su colega Gerardo Pollicita tras el deceso del fiscal el 18 de enero último. El juez federal Daniel Rafecas rechazó la denuncia por inconsistente, pero Pollicita apeló el fallo.
Ahora la sospecha quedó instalada. En el “kirchnerismo” ya nadie duda de que Moldes dará un parecer favorable a la reapertura del caso. Los tres jueces de la sala 1 de la Cámara Federal -Jorge Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah- tendrán la última palabra.
Más allá de este entramado político-judicial, a dos meses de la dudosa muerte de Nisman que se cumplen este miércoles, los argentinos siguen sin saber si se trató de un asesinato o un suicidio. Su antiguo colaborador informático, Diego Lagomarsino, prometió una revelación impactante que podría lesionar la imagen pública de quien llevaba adelante la investigación del peor atentado terrorista en la historia argentina.
Lagomarsino “va a develar un dato de la intimidad que puede lesionar la imagen de Nisman”, dijo su abogado Maximiliano Rusconi.
“Es un acto de la intimidad de ellos dos, nada de la intimidad sexual como habló la presidenta (que sugirió una amistad “íntima”), una exigencia de Nisman sobre él. Va a ser utilizada para dañar la imagen de Nisman. Es un comportamiento de Nisman como mínimo cuestionable”, señaló el letrado.
Lagomarsino está involucrado en la causa ya que fue el que le proporcionó un arma de su propiedad a Nisman un día antes de ser hallado muerto en su depatamento del barrio de Puerto Madero hace dos meses. De esa arma salió el disparo que mató a Nisman. En los últimos días se conoció incluso que ambos compartían una cuenta bancaria en Nueva Y ork, lo que ahonda las dudas sobre el grado de amistad que mantenían. Sin embargo, el abogado negó que Lagomarsino tuviera llave del depatartamento de Nisman, como sugirió la exesposa del fiscal, Sandra Arroyo Salgado.
El caso es seguido con amplios reportes diarios por la prensa local, en especial por la “guerra” entablada por la propia Arroyo Salgado, querellante en la causa, contra la fiscal Viviana Fein. La ex esposa de Nisman solicitó el lunes apartar del caso a la fiscal y pidió que la investigación quede en manos de la magistrada Fabiana Palmaghini. Pero la jueza rechazó este martes su pedido.
El motivo de la ofensiva de Arroyo Salgado contra la fiscal Fein se basa en los contínuos contrapuntos mantenidos entre ambas en torno a la causa. Los cruces se agravaron después que los peritos aportados por Arroyo Salgado afirmaron que Nisman “no se suicidó, lo mataron”, en contraste con la posición de Fein que asegura no tener elementos que avalen esa hipótesis. Además, le endilga numerosos errores en la investigación.
Arroyo Salgado viene sugiriendo que Lagomarsino tendría un rol más activo en la muerte de Nisman. Fue ella la que denunció la existencia de una cuenta bancaria compartida entre ambos en la que también figuraban la madre y la hermana del fiscal. El abogado de Lagomarsino dijo que su defendido no habló del tema ante Fein porque no lo consideró relevante. Pero ahora, en forma inesperada, prometió revelar una cuestión impactante sobre su antiguo jefe, en una trama que se enrarece cada día más.
Uno de los fiscales que organizó el 18 de febrero pasado la “marcha de silencio” en honor a Alberto Nisman a un mes de su misteriosa muerte y que tuvo un fuerte tinte opositor, será el encargado de intervenir en la apelación de la causa contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por presunto “encubrimiento” a los iraníes acusados del atentado a la mutual judía AMIA que en 1994 causó 85 muertos.
Este martes la Cámara Federal rechazó la recusación contra el fiscal Germán Moldes, que entiende en la causa y que había sido presentada por los abogados del diputado y jefe del ala juvenil “kirchnerista” La Cámpora Andrés Larroque y del presunto espía Ramón Bogado, dos de los acusados por Nisman.
Larroque y Bogado fueron imputados en la causa por el fiscal, antes de su muerte, junto a la mandataria y a su canciller, Héctor Timernan, entre otros Moldes deberá “sustentar” o “desistir” de la denuncia hecha por Nisman y retomada por su colega Gerardo Pollicita tras el deceso del fiscal el 18 de enero último. El juez federal Daniel Rafecas rechazó la denuncia por inconsistente, pero Pollicita apeló el fallo.
Ahora la sospecha quedó instalada. En el “kirchnerismo” ya nadie duda de que Moldes dará un parecer favorable a la reapertura del caso. Los tres jueces de la sala 1 de la Cámara Federal -Jorge Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah- tendrán la última palabra.
Más allá de este entramado político-judicial, a dos meses de la dudosa muerte de Nisman que se cumplen este miércoles, los argentinos siguen sin saber si se trató de un asesinato o un suicidio. Su antiguo colaborador informático, Diego Lagomarsino, prometió una revelación impactante que podría lesionar la imagen pública de quien llevaba adelante la investigación del peor atentado terrorista en la historia argentina.
Lagomarsino “va a develar un dato de la intimidad que puede lesionar la imagen de Nisman”, dijo su abogado Maximiliano Rusconi.
“Es un acto de la intimidad de ellos dos, nada de la intimidad sexual como habló la presidenta (que sugirió una amistad “íntima”), una exigencia de Nisman sobre él. Va a ser utilizada para dañar la imagen de Nisman. Es un comportamiento de Nisman como mínimo cuestionable”, señaló el letrado.
Lagomarsino está involucrado en la causa ya que fue el que le proporcionó un arma de su propiedad a Nisman un día antes de ser hallado muerto en su depatamento del barrio de Puerto Madero hace dos meses. De esa arma salió el disparo que mató a Nisman. En los últimos días se conoció incluso que ambos compartían una cuenta bancaria en Nueva Y ork, lo que ahonda las dudas sobre el grado de amistad que mantenían. Sin embargo, el abogado negó que Lagomarsino tuviera llave del depatartamento de Nisman, como sugirió la exesposa del fiscal, Sandra Arroyo Salgado.
El caso es seguido con amplios reportes diarios por la prensa local, en especial por la “guerra” entablada por la propia Arroyo Salgado, querellante en la causa, contra la fiscal Viviana Fein. La ex esposa de Nisman solicitó el lunes apartar del caso a la fiscal y pidió que la investigación quede en manos de la magistrada Fabiana Palmaghini. Pero la jueza rechazó este martes su pedido.
El motivo de la ofensiva de Arroyo Salgado contra la fiscal Fein se basa en los contínuos contrapuntos mantenidos entre ambas en torno a la causa. Los cruces se agravaron después que los peritos aportados por Arroyo Salgado afirmaron que Nisman “no se suicidó, lo mataron”, en contraste con la posición de Fein que asegura no tener elementos que avalen esa hipótesis. Además, le endilga numerosos errores en la investigación.
Arroyo Salgado viene sugiriendo que Lagomarsino tendría un rol más activo en la muerte de Nisman. Fue ella la que denunció la existencia de una cuenta bancaria compartida entre ambos en la que también figuraban la madre y la hermana del fiscal. El abogado de Lagomarsino dijo que su defendido no habló del tema ante Fein porque no lo consideró relevante. Pero ahora, en forma inesperada, prometió revelar una cuestión impactante sobre su antiguo jefe, en una trama que se enrarece cada día más.