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8 civiles mueren durante choques entre maestros y policías mexicanos
Seis civiles murieron durante la represión de la Policía Federal mexicana a protestas en el estado de Oaxaca, que se ha convertido en un polvorín de enfrentamientos y bloqueos carreteros con 22 personas desaparecidas, según el último reporte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), y otros 2 hombres asesinados en cercanías de Juchitán.
Asunción Nochixtlán, a una hora de la capital de la provincia, fue el escenario con más disturbios y violencia este domingo. Allí, maestros de la CNTE, que exigen diálogo con el gobierno sobre la reforma educativa, realizaron un bloqueo carretero al cual se sumaron habitantes de varias localidades cercanas. A las 10:30 del domingo pasado comenzó un enfrentamiento entre ciudadanos y policías federales que se prolongó hasta las 15:00.
El reportero Jorge A. Pérez Alfonso, del periódico La Jornada, presente en el lugar, asegura que a “los gendarmes se parapetaron en una vulcanizadora para accionar sus pistolas y rifles de asalto; aunque cayeron heridas varias personas, los docentes y pobladores que los apoyaban no cedieron ni un ápice de terreno a los uniformados”.
La Policía Federal aseguró primero que sus agentes no portaban armas pero fotografías y videos difundidos por redes sociales exhibieron a los uniformados con pistolas y fusiles de asalto. Más tarde, el comisionado de la PF, Enrique Galindo, admitió que hubo agentes con armas de cargo “al final del acto, cuando se nos informó que había civiles disparando”. Sin embargo, reporteros presentes en el lugar indicaron que no vieron a ningún maestro o lugareño que portara armas.
El saldo: al menos 6 civiles muertos, 94 heridos y 21 detenidos, mientras del lado policial se reportaron 25 lesionados. La Fiscalía General de Oaxaca confirmó las identidades de 5 fallecidos: el profesor de educación indígena Andrés Aguilar Sanabria; Yalid Jiménez Santiago, de 29 años; Oscar Nicolás Santiago, de 22 años; el comerciante Anselmo Cruz Aquino, de 33 años; y el estudiante Jesús Cadena, de 19.
También hubo enfrentamientos en Huitzo y Telixtlahuaca, donde pobladores levantaron una barricada para impedir que la PF llegara por allí a desalojar la protesta de Nochixtlán. Además, en Salina Cruz cientos de civiles se enfrentaron con unos 800 policías y hacia la noche la tensión creció en Hacienda Blanca, cercanías de Etla, en la periferia de la capital del estado. Pasadas las 22:00 se reportaron cortes de electricidad y disparos en el centro de la capital del estado, donde otro grupo de maestros mantenía un plantón. Se esperaba desalojo pero la madrugada transcurrió en relativa calma.
Periodista asesinado
En el cruce de carreteras hacia Juchitán y Espinal, dos personas encapuchadas a bordo de una motocicleta ejecutaron al periodista Eligio Ramos Zárate y a Raúl Cano López, quien le acompañaba dentro de un automóvil, donde también un tercero resultó herido. El reportero de 44 años trabajaba para el periódico El Sur, en la región Istmo de Tehuantepec, y en ese momento regresaba de cubrir uno de los bloqueos de carreteras.
Organizaciones de derechos humanos denunciaron que en varias localidades de Oaxaca hubo intentos por impedir el registro de los hechos: la ONG Artículo 19 aseguró que la Policía Federal “amenaza con detener a periodistas en contexto de protestas en Oaxaca, impidiendo el libre ejercicio periodístico”.
Aunque el conflicto en torno de la reforma educativa tiene más de tres años de existencia, en los cuales la CNTE se ha transformado en un escollo para el gobierno de Peña Nieto, la tensión creció durante el último mes cuando los maestros iniciaron un paro que aún sostienen e instalaron dos campamentos, uno en Oaxaca y otro en la capital del país.
El gobierno respondió con desalojos y encarceló a dos líderes de la sección 22, de Oaxaca. Replicaron los docentes con bloqueos carreteros y una multitudinaria manifestación en la Ciudad de México, tras lo cual la noche del sábado las autoridades apresaron a otro líder magisterial, el profesor Juan José Ortega, de Michoacán, una de las caras visibles de la resistencia en contra de la reforma. (I)
Los docentes no quieren ser evaluados
Agencia AFP
Desde el año 2013 en México los profesores se mantienen en protesta por la polémica reforma educativa, a la que consideran un “atropello” para los profesionales y no como un mecanismo que garantice la calidad de la educación.
Consideran que pone en riesgo su permanencia en el sistema educativo y que condiciona su trabajo a los resultados de la evaluación a la que estarán sometidos.
La reforma educativa, presentada en el marco del Pacto por México, posteriormente aprobada por el Congreso en diciembre de 2012 y promulgada por Peña Nieto en febrero de 2013, contempla una evaluación obligatoria a los maestros para probar si están capacitados para ejercer su trabajo.
El dirigente de la sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Francisco Bravo, señaló que el cambio legal provoca “inestabilidad laboral”.
La evaluación docente obligatoria para poder ingresar al sistema educativo, garantizar su permanencia en este, acceder a alguna promoción de cargo o aspirar a un aumento salarial es solo una excusa para justificar la alta cantidad de despidos en el ramo, asegura la CNTE.
La CNTE tiene unos 200.000 afiliados en México, 80.000 de ellos en Oaxaca, y es uno de los gremios latinoamericanos que durante años ha mantenido su lucha por mejores reivindicaciones y beneficios sociales. (I)