“Vivo al ritmo de los anuncios de quiebras, de despidos, pienso en todos los franceses”, afirmó el ministro de Economía, Bruno Le Maire, quien tiene la tarea de reactivar la economía del país tras la destrucción de 500.000 empleos en el primer trimestre de este año a causa de la pandemia.

“En este equilibrio entre la economía y la salud, debemos sopesar el coste que la crisis económica puede tener para los más vulnerables”, dijo el ministro.

El gobierno, que cuenta con una caída del 11% del PIB y prevé la pérdida de 800.000 puestos de trabajo hasta finales del año, presentó esta semana un tercer proyecto de ley de finanzas enmendado, con 45.000 millones de euros ($ 50 millones) de gastos adicionales para ayudar a los sectores en dificultad.

Se espera que el presidente Emmanuel Macron haga este domingo un balance de la gestión de la crisis durante la pandemia. (I)