40% del sistema de control de EI en Siria es destruido por operativo ruso antiterrorista

Después de que el presidente sirio, Bashar al Assad, solicitara a Moscú ayuda militar para luchar contra los terroristas, las autoridades del país tomaron la decisión el 30 de septiembre.

Luego de que el Senado de Rusia aprobó la entrada en acción de sus Fuerzas Aéreas en Siria, inició inmediatamente con los ataques contra las posiciones del Estado Islámico (EI), aclarando que Rusia no contemplaba la posibilidad de realizar operaciones terrestres en Siria.

Según cálculos de la ONU, este conflicto ha generado la muerte de más de 250.000 personas mientras que otros 4,1 millones han abandonado el país. Además, otros 7,6 millones de habitantes son desplazados internos por la violencia. Miles de ellos protagonistas de la reciente crisis de los refugiados en Europa.

En contexto, las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad, el Estado Islámico (EI), los kurdos y otros grupos rebeldes actualmente dividen a Siria, país que tiene casi 5 años de guerra civil.  

El caos inició con la denominada ‘Primavera Árabe’, que tenía como objetivo derrocar gobiernos autocráticos y lo logró en países como Túnez y en Egipto. Pero en países como Siria, el gobierno local respondió y se negó a abandonar el poder, lo que llevó al nacimiento de los grupos terroristas.

En una entrevista con EL TELÉGRAFO, el cónsul honorario sirio en Mendoza (Argentina), Mustafá Saada, señaló que el Gobierno se ha mantenido porque el pueblo ha defendido y apoyado incondicionalmente al presidente Al Assad.

El ataque estadounidense

Sin contar con el consentimiento del presidente de esa nación, Bashar al Assad, desde el 8 de agosto de 2014 Estados Unidos lidera una coalición internacional conformada por Reino Unido, Francia, Alemania, Qatar, Arabia Saudí y Turquía que bombardea Siria con el fin de atacar las posiciones de EI.

El último balance del Pentágono señala que se efectuaron más de 5.900 bombardeos contra el EI en Irak y Siria. También indica que han muerto 10.000 combatientes del grupo.

A pesar del poderío que podría significar esta coalición no ha podido contrarrestar de manera eficaz a los grupos terroristas.

Por su parte, Rusia inició recientemente una operación de apoyo a la lucha contra el EI en Siria.

Además, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó por mayoría su participación con el fin de atacar a integrantes del grupo terrorista que mantienen el control en diferentes zonas de Siria.         

En efecto, según el Ministerio de Defensa ruso la primera semana son los días más negros para los terroristas del EI en Siria con varios ataques aéreos contra varias instalaciones yihadistas en todo el país, lo que ayudó a optimizar la lucha del Ejército sirio contra los grupos terroristas.    

Riyad Haddad, embajador sirio en Moscú, señaló que alrededor del 40%  del sistema de control, suministro técnico y militar fue destruido. Además de dañar otras infraestructuras como plantas de producción de artefactos explosivos, centros de comunicación y campos de entrenamiento.   

El analista colombiano Gabriel Orozco explica que el éxito de las operaciones rusas son las razones geopolíticas.  

La primera es que Siria  ha sido el primer aliado estratégico en medio oriente.

“Siria tiene apoyo militar ruso desde hace más de una década, cooperación en términos militares que incluye una base rusa y además es el único puerto de salida vía al mediterráneo que tiene Moscú, por lo tanto Al Assad es un gran aliado estratégico de Putin”, detalló a EL TELÉGRAFO.

Agrega que el aval de la ONU en la intervención rusa se da por factores como la situación económica volátil.

“Una incursión directa de Estados Unidos y sus aliados despegaría la inestabilidad de la región y las posibilidades de cualquier acuerdo -en su momento dado- con Irán”, menciona.   

Esto significa que la única vía que ha buscado Estados Unidos -junto con sus aliados- es justamente una mediación para  que la potencia que tiene influencia en Siria -Rusia- pueda intervenir y atacar los puntos estratégicos donde el EI ha creado su ‘califato’.  

Destaca que el enfoque de Rusia no solamente es la lucha por mantener el gobierno de Bashar al-Assad,  sino también recuperar los terrenos en los que ha avanzado el EI.  

“Estados Unidos ha visto o se ha dado cuenta de que la única forma de poder contener el avance del EI es con la cooperación de Rusia. Tras la aprobación de la ONU, prácticamente Estados Unidos le encomendó la misión a Rusia de que pudiera atacar frontalmente al EI en territorio Sirio”, destaca Orozco.

Los objetivos de los ataques aéreos rusos se extendieron a través de Siria, desde el bastión del EI en Raqqa en el noreste, hasta las inmediaciones de la antigua ciudad de Palmira en el oeste y a la parte occidental de las afueras de Damasco, en el sur.

El jueves, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, anunció que Washington no cooperará con Rusia en la lucha contra el EI en Siria si Moscú sigue apoyando a las fuerzas del presidente Assad.

Hace un mes, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, indicó que “La fuerza terrestre más eficiente y potente para la lucha contra el EI es el Ejército sirio. Es muy importante la coordinación -entre la coalición y el Gobierno del país- para evitar los incidentes”.

El analista internacional Alberto Hutschenreuter afirma que actualmente existe un acuerdo internacional en cuanto a combatir al grupo terrorista EI, pero no en relación a modificar el régimen sirio.

“La posible desintegración de Siria sería un problema no solamente para la región, sino para todo Occidente”, alerta el analista.

Hutschenreuter señala que una Siria “en clave ‘Siriastán’” implicaría un incremento de la inseguridad regional y global.  

Ataques mediáticos contra Rusia

Desde el primer día de la ofensiva aérea rusa contra el EI, la campaña aérea es acompañada de una serie de falsificaciones y acusaciones que no han sido comprobadas.

Ankara afirmó que Rusia invadió su espacio aéreo en 2 ocasiones durante la semana.

Moscú se comprometió a hacer correcciones a las misiones de combate para evitar este tipo de incidentes.

Los funcionarios de la OTAN acusaron a Rusia de “violaciones inaceptables”, mencionando el episodio de los aviones rusos en Turquía, mientras Ankara ha bajado la tensión al respecto.

Gabriel Orozco señala que ciertamente la región tiene grandes diferencias. Siria es un aliado estratégico de Rusia, mientras que Estados Unidos ve a Siria como un régimen opositor sobre todo por la presión que ejerce sobre ellos su aliado Israel, que tiene intereses estratégicos en Siria. “Ve en esa nación a un régimen enemigo cercano de Irán y esto sin duda alguna hace que Estados Unidos lo observe como hostil”, recalca.  Por su parte el periodista Ibai Trebiño describió que “la actitud del Pentágono y de EE.UU. consiste en deslegitimar la operación rusa”. La intervención de la coalición internacional sobre Siria, “más allá del EI y los intereses de EE.UU. en la zona, al final dejaría al descubierto que está siendo un auténtico fracaso”. (I)