18.000 niños indocumentados sin padres están en custodia del Gobierno de Estados Unidos

Las lágrimas de desespero y angustia corrían por su rostro. "¿Me puede ayudar?", preguntó un pequeño niño de tan solo 10 años que se encontraba solo caminando en medio del desierto. Por la carretera cruzaba, en ese instante un policía que ya había terminado su jornada laboral.

El menor había cruzado la frontera desde México con rumbo a Estados Unidos en medio de un grupo de 180 personas. El niño nicaragüense perdió el rastro de todos porque se había quedado dormido en el desierto de Texas y se quedó solo en medio de la nada. "Tengo miedo que me roben o que me secuestren", dijo el pequeño en medio de los sollozos previo a confirmar que no venía con sus padres.
Esta es una muestra de la grave situación migratoria que vive la frontera norteamericana.

La situación es desesperante. Solamente en este mes de marzo los policías interceptaron el paso de 171.000 inmigrantes. El Gobierno de Joe Biden decretó que no se los deporte. Así, mientras exista una solución se los envía a centros estatales, lugar donde pasan hacinados.

Este drama se suma al de las niñas ecuatorianas, que fueron víctimas de traficantes que operan en la zona. Los coyoteros las arrojaron desde el muro que divide a México y Estados Unidos.